10 juegos divertidos para jugar con los niños pequeños

Probablemente hayas oído el dicho de que los niños son como esponjas; esto es especialmente cierto para los niños pequeños. Los pequeños de entre uno y tres años siempre están absorbiendo cosas nuevas. Su principal modo de aprendizaje: El juego. Empiezan jugando uno al lado del otro (lo que se llama juego paralelo), y luego pasan a cosas más interactivas, en las que participan y absorben información de sus compañeros de juego. El juego adecuado puede potenciar las habilidades cognitivas, físicas y emocionales de tu hijo, así que haz que tu hijo empiece con uno de estos juegos:

1. Simón dice
Un juego al que puede jugar uno a uno o con un grupo de niños, Simón dice es un clásico que enseña a los niños a seguir instrucciones. Las reglas son fáciles: tú eres Simón y lo que dices se hace. Di las órdenes – «Simón dice que te toques los dedos de los pies»- y tu hijo tiene que seguirlas. Es fundamental que escuchen las palabras «Simón dice»; si dices una orden como «¡Salta!» sin precederla con «Simón dice», los jugadores pueden ser eliminados. Asegúrese de incluir también algunas órdenes divertidas: ¡haga un baile tonto, mueva las orejas, salte como una rana! Este juego es ideal para enseñar a los niños pequeños los nombres de las partes de su cuerpo.

2. Frío y calor
¿Ve su peluche favorito por allí? Escóndelo y luego haz que busque en la habitación. Si se aleja de él, tiene frío, y a medida que se acerca está caliente, más caliente, ¡caliente! Si se frustra, puedes cogerle la mano mientras mira a su alrededor. Este juego agudizará las habilidades emocionales de tu hijo: aprenderá a tener paciencia, perseverancia y la idea de que sólo porque no puedas ver algo, no significa que no esté ahí.

3. Uno para ti, uno para mí
Perfecto para los niños más pequeños, este juego enseña a compartir (mira aquí para saber más sobre cómo enseñar a tu hijo a compartir). Dispón un montón de objetos, como lápices de colores o botones, y pídele que los distribuya entre vosotros mientras dices «Uno para ti, uno para mí». Asegúrate de que cada uno tenga un recipiente para guardar vuestras crecientes colecciones.

4. Hokey-Pokey
Otro clásico, este es súper divertido de jugar y ayuda a tu hijo a seguir instrucciones y a aprender los nombres de las partes de su cuerpo. La canción «Hokey-Pokey» es sencilla con una letra instructiva. ¡Jugar es fácil (sólo tienes que hacer lo que dice la canción) y no hay perdedores!

Pones el pie izquierdo (puedes sustituirlo por cualquier parte del cuerpo) dentro,

Pones el pie izquierdo fuera,

Pones el pie izquierdo dentro, ¡y lo agitas todo!

Haces el Hokey Pokey
(Levantas las manos, mueves los dedos, mueves los brazos, puedes hacer lo que sea, de verdad)

Y te das la vuelta
(Giras en un círculo completo)

¡De eso se trata!
(Aplaude con cada sílaba)

5. Paracaídas
A menudo se juega en guarderías o centros preescolares, este juego es mejor con más de dos personas. Extiende una sábana grande (¡o un paracaídas si lo tienes!) y haz que cada uno sujete un borde con fuerza con ambas manos. Trabajando juntos, puedes levantarla lentamente por encima de la cabeza y decir «¡Arriba, arriba, arriba!» y luego bajarla diciendo «¡Abajo, abajo, abajo!». Cuando digas «¡Abajo, abajo, abajo!» todos pueden soltar la sábana y apresurarse a meterse debajo. También pueden meterse debajo de la sábana mientras siguen sujetando sus esquinas. Este juego ayuda a los niños a desarrollar su motricidad fina a la vez que les enseña a esperar y escuchar.

6. Búsqueda del tesoro
¿Hay algo más divertido que una búsqueda del tesoro? Envíe a su hijo pequeño a buscar objetos por la casa basándose en órdenes, como «encuéntrame algo redondo» o «encuéntrame algo rojo». O bien, puedes pedirle que elija un montón de objetos al azar y hacerle preguntas como «¿cuál es azul?» o «¿cuál es más largo?»

7. El escondite
¡Enseña a tu pequeño a resolver problemas escondiéndose de él! O, si prefieres no esconderte, siempre puedes pedirle que esconda un objeto en otra habitación o lugar furtivo de su elección; puede ser tan sencillo como pedirle que vaya a poner un envoltorio en la basura sin decirle dónde está el cubo.

8. Carrera de obstáculos
Fomenta la motricidad gruesa, la coordinación y el equilibrio con una divertida y segura carrera de obstáculos. Si el espacio lo permite, puedes montar una pequeña pista en el salón o en el patio para que tu hijo ruede, salte y corra alrededor, por encima o por debajo de objetos o marcadores.

9. Rompecabezas
Los rompecabezas son grandes juegos para los niños pequeños porque cubren todas las bases: Habilidades físicas (por hacer encajar las piezas), cognitivas (por resolver realmente el rompecabezas) y emocionales (por aprender a tener paciencia.) Construir un rompecabezas también puede potenciar la memoria de tu hijo, enseñarle las diferentes formas y ayudarle a establecer (¡y cumplir!) objetivos sencillos.

10. Coloca una serie de bloques del mismo color delante de tu hijo, asegurándote de añadir al menos un bloque de otro color (también puedes hacerlo con frutas o verduras pequeñas). Cuando haya podido ver todos los bloques, pregúntale cuál es el raro. Puedes hacer este juego más difícil utilizando tarjetas de formas o plantas, y luego preguntarle cuáles son similares y cuáles son diferentes.

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