6 remedios poco conocidos para el dolor de la artritis de rodilla

La primera línea de tratamientos para el dolor de la artritis de rodilla suele incluir fisioterapia, descanso periódico y medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. En algunos casos, estos tratamientos de primera línea no funcionan, y las personas deben seguir buscando formas de reducir su dolor de rodilla. A continuación se presentan 6 tratamientos no quirúrgicos menos conocidos para el dolor de rodilla por artritis.

Vea el tratamiento de la artrosis de rodilla

Cambie de la acera a la cinta de correr

Caminar o trotar por una acera de hormigón puede ser duro para las rodillas. Una cinta de correr tiene un poco más de resorte y disminuye la carga de compresión general sobre las rodillas. Cuando camine en una cinta de correr, resista el impulso de caminar en una pendiente.

Caminar por un sendero de tierra preparado (como la tierra compactada) tendrá un efecto positivo similar.

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Cuando el pie se pronuncia demasiado o demasiado poco, la articulación de la rodilla puede desalinearse. Concretamente, la parte superior de la tibia (hueso de la espinilla) puede no alinearse correctamente con la parte inferior del fémur (hueso del muslo). Esta desalineación provoca fricción y ejerce una presión excesiva sobre los tejidos blandos. Una plantilla puede ayudar a corregir la infra o sobrepronación, fomentando la alineación correcta de la rodilla.

Un médico o podólogo puede ayudar a identificar qué tipo de plantilla es la más adecuada para la mecánica corporal de una persona. En algunos casos, se puede solicitar una plantilla personalizada.

Pruebe el reentrenamiento de la marcha

La marcha se refiere a la forma en que una persona camina. La forma de andar de algunas personas produce una mala alineación de la rodilla, lo que puede conducir a un empeoramiento de la artritis y el dolor de rodilla. Un médico o fisioterapeuta puede observar la marcha de un paciente y decidir si los cambios específicos en la marcha podrían marcar diferencias a largo plazo en el dolor de rodilla y la degeneración articular.

Un fisioterapeuta puede ayudar a una persona a cambiar su marcha. Algunas instituciones tienen programas de reeducación de la marcha.

Cambiar la marcha puede ser un reto y requiere pensar activamente mientras se camina. Sin embargo, los cambios en la marcha pueden conducir a cambios positivos en la alineación de la rodilla, mejorar la función y posiblemente reducir el dolor. Del mismo modo, modificar la forma de subir las escaleras puede reducir el dolor de rodilla.1

Tomar vitamina D

Varios estudios han examinado los efectos de tomar suplementos de vitamina D en la osteoartritis de rodilla. Los resultados son generalmente contradictorios, ya que algunos estudios sugieren un beneficio y otros no. Se necesitan más estudios en este ámbito, pero algunos expertos recomiendan que los pacientes que tienen tanto un nivel bajo de vitamina D como osteoartritis de rodilla prueben a tomar un suplemento.2

Inicie un diario de alimentos

Ciertos alimentos pueden causar inflamación en el cuerpo. Esta inflamación puede causar dolor en las rodillas u otras articulaciones, sobre todo si ya hay daños por artritis. Los alimentos inflamatorios pueden ser difíciles de identificar porque:

• Los alimentos que causan inflamación son individuales, es decir, varían de una persona a otra
• La inflamación puede no aparecer hasta uno o dos días después de comer el alimento

Ver Una dieta antiinflamatoria para la artritis

Llevar un diario de alimentos puede ayudar a una persona a identificar si alimentos específicos o categorías de alimentos, como los lácteos, exacerban el dolor de rodilla.

Perder peso

A decir verdad, perder peso no es un remedio poco conocido para el dolor de rodilla. Más bien, es un tratamiento bien conocido y eficaz, pero infrautilizado, para el dolor de rodilla. La pérdida de peso elimina la presión sobre la articulación de la rodilla dañada.

Vea ¿Qué eficacia tiene la pérdida de peso para tratar el dolor de la artritis de rodilla?

Específicamente, perder peso reduce la fricción entre la parte inferior del fémur (hueso del muslo) y la parte superior de la tibia (hueso de la espinilla), donde el cartílago protector se ha dañado o desgastado. Perder peso también supone una menor tensión en los tejidos blandos de la rodilla, incluidos los ligamentos y los tendones.

Ver Consejos para perder peso para tratar el dolor de rodilla

Se recomienda a los pacientes interesados en reducir el dolor de rodilla mediante tratamientos no quirúrgicos que hablen con su médico.