7 consejos para mejorar la salud de la vejiga
¿Sabías que los alimentos que comes y bebes pueden tener un impacto importante tanto en tu vejiga como en tu salud en general? De hecho, algunos alimentos pueden ayudar a prevenir enfermedades mientras que otros pueden causarlas.
Prueba estos sencillos pasos para mejorar la salud de tu vejiga.
Bebe agua.
Mantenerse hidratado es vital. Intente beber al menos dos litros, unas 64 onzas, de agua al día. Esta regla es válida para la mayoría de las personas, a menos que tengan una condición como un problema cardíaco o sigan el consejo de su médico. Beber agua a lo largo del día ayuda a diluir la orina y a prevenir los cálculos renales. La escasez de líquidos puede provocar una orina muy concentrada, de color amarillo oscuro, con mal olor y que irrita la vejiga. Eso puede hacer que tengas que ir al baño con más frecuencia y también afectar a tu capacidad para controlar la orina. No beber suficiente agua también provoca deshidratación, lo que favorece la proliferación de bacterias. Esto puede causar una infección del tracto urinario o la formación de piedras en el tracto urinario.
Añadir limón y lima.
El ácido cítrico de estas frutas ayuda a prevenir los cálculos renales y tiene beneficios añadidos para algunos pacientes que se han sometido a una cirugía conocida como «desviación urinaria.» El zumo natural de limón o lima puede añadirse al agua, usarse en aderezos para ensaladas o rociarse sobre los alimentos para darles más sabor, o hacerse limonada o limonada casera (sin azúcar añadido). Intente tomar media taza de zumo de limón o lima cada día.
Elija grasas saludables.
Consuma alimentos ricos en grasas saludables, como los frutos secos, el aceite de oliva o el aceite de canola orgánico, el aceite vegetal, los aguacates y las semillas de lino. Algunos pescados, como el pez sable, el salmón, la trucha, el arenque y las sardinas también son buenas fuentes. Evite las carnes fritas, carbonizadas o procesadas, así como los productos envasados y enlatados, las harinas o el arroz blanqueados y el azúcar. En su lugar, limítese a los alimentos integrales.
Aceite de oliva virgen extra (AOVE) todos los días.
Utilice AOVE en sus recetas, y procure tomar tres cucharadas al día. Se ha demostrado que este aceite de oliva específico ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y de cáncer, disminuye la presión arterial, los niveles de glucosa e insulina en sangre y reduce la inflamación.
Las frutas y las verduras son imprescindibles.
Come al menos cinco raciones de frutas y verduras al día. Puede parecer mucho, pero una ración equivale a sólo media taza. En cada comida, intente llenar al menos dos tercios de su plato con verduras, frutas, cereales integrales o judías, y el otro tercio con una proteína como pollo o pescado. Recuerde que una ración de fruta suele tener el doble de calorías que una sola ración de verduras, así que intente comer más verduras que frutas.
Añade verduras crucíferas a tu dieta.
El brócoli, la coliflor, las coles de Bruselas, la rúcula, la berza, los nabos y la col rizada se conocen como verduras «crucíferas». Junto con el AOVE, se ha demostrado que estas potencias vitamínicas protegen contra el cáncer porque contienen algo llamado «isotiocianatos». Se trata de potentes antioxidantes que luchan contra el cáncer protegiendo las células del daño y combatiendo los agentes cancerígenos. También ayudan a reducir la inflamación, que puede causar cáncer, y también pueden ralentizar el crecimiento del cáncer. Las verduras crucíferas son buenas para la vejiga, pero también para el riñón y la próstata. Así que incluye muchas de estas verduras en tu dieta. Tenga en cuenta que pueden perder sus beneficios para la salud hasta en un 50 por ciento cuando se cocinan en agua, así que evite hervirlas. En su lugar, consúmalas crudas o cocínelas ligeramente al vapor con un poco de aceite de oliva virgen extra y ajo
Evite los irritantes de la vejiga.
Ciertos alimentos y líquidos pueden provocar la irritación de la vejiga, lo que puede causar una vejiga hiperactiva, provocando pérdidas y un aumento de la urgencia y la frecuencia. Evite los alimentos picantes, las bebidas con cafeína y gas, el chocolate, el té, el vinagre, el zumo de naranja, los alimentos a base de tomate o las bebidas alcohólicas. Intenta eliminarlos de tu dieta o diluirlos con agua para reducir el impacto en tu vejiga. Deje de consumir tabaco, que es un irritante de la vejiga y la principal causa de cáncer de vejiga y otras afecciones.
Una dieta nutritiva y saludable es vital para una vejiga sana, así como para su salud en general.
Para obtener más información, visite el sitio web del Instituto de Urología de Mínima Invasión o póngase en contacto con el equipo del Hospital Miriam.
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