8 razones para comer más piñas

Una de las frutas tropicales más populares en todo el mundo, la piña es una fruta excepcionalmente jugosa y dulce. Las piñas son miembros de la familia de las bromelias y una de las pocas bromelias que producen frutos comestibles.

Las piñas son una buena fuente de muchos nutrientes, como la vitamina C, el manganeso, el cobre y el folato. También son la única fuente de bromelina, un compuesto vegetal que se asocia a la mejora de la función inmunitaria, la prevención del cáncer, la mejora de la cicatrización de heridas y la mejora de la salud intestinal.

Puede que sean superdulces, pero las piñas son sorprendentemente bajas en calorías. Una taza de trozos de piña contiene sólo 82 calorías. Además, no contienen grasa ni colesterol y son bajas en sodio.

Pero hay ocho razones más para añadir piñas al menú:

Para la protección antioxidante y el apoyo inmunológico:

El principal antioxidante hidrosoluble del cuerpo, la vitamina C, lo defiende contra los radicales libres. La piña es extremadamente rica en vitamina C – tiene la mitad del valor diario recomendado de vitamina C. Esta vitamina es vital para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, previniendo resfriados recurrentes, fiebre y gripe. También combate problemas mayores como las enfermedades del corazón y el dolor de las articulaciones.

Para unos huesos más fuertes:

La piña contiene hasta el 75% del valor diario recomendado de manganeso, un mineral imprescindible para el desarrollo de unos huesos y un tejido conectivo fuertes.

Para unos ojos más sanos:

El consumo regular de piña se ha relacionado con un menor riesgo de degeneración macular, una enfermedad que afecta a los ojos a medida que la gente envejece. Esto puede deberse a su alto contenido en vitamina C y antioxidantes.

Para una mejor digestión:

Como muchas otras frutas y verduras, la piña tiene un alto contenido en fibra dietética. Esto mantiene los intestinos sanos y los movimientos intestinales regulares. La bromelina también ayuda a descomponer las proteínas y facilita la digestión.

Para prevenir la inflamación:

La presencia de bromelina puede ayudar a reducir la inflamación severa y puede reducir el crecimiento de tumores. Las investigaciones también indican que la bromelina puede ser útil en el tratamiento de la osteoartritis.

Para aumentar la energía:

La piña es una magnífica fuente de manganeso, que es un cofactor esencial en una serie de enzimas importantes en la producción de energía y las defensas antioxidantes. La piña también contiene tiamina, una vitamina B que actúa como cofactor en las reacciones enzimáticas fundamentales para la producción de energía.

Para reducir la formación de coágulos de sangre:

Los niveles de bromelina hacen que la piña pueda ayudar a reducir la coagulación excesiva de la sangre. Un tentempié ideal para los viajeros frecuentes y otras personas que corren el riesgo de sufrir coágulos de sangre.

Para el resfriado común:

Los médicos pueden no haber encontrado una cura para el resfriado común, pero las piñas pueden ayudar. El Centro Médico de la Universidad de Maryland ha descubierto que, además de la presencia de vitamina C, la bromelina ayuda a reducir la mucosidad en la garganta y la nariz.

Come más piña

Consume más de esta fruta añadiendo piña fresca a tus cereales de la mañana, a la ensalada del almuerzo o al yogur azucarado de después de cenar. Prueba a añadirla a la ensalada de col o al batido. Incluso puede cocinarla en un curry!

Pero no se exceda

La piña es un ablandador de la carne, por lo que comerla en exceso puede provocar la ternura de la boca, incluyendo los labios, la lengua y las mejillas. Una sobredosis de piña puede provocar diarrea, náuseas, vómitos, dolor abdominal o ardor de estómago. Una cantidad excesiva de bromelina en el organismo puede provocar erupciones cutáneas y hemorragias menstruales extremas. Las personas que toman antibióticos, anticoagulantes, anticoagulantes, anticonvulsivos y barbitúricos no deben comer demasiada cantidad de esta fruta tropical.

¿Sabías que?

La piña se compone en realidad de muchas bayas individuales que se fusionan alrededor de un núcleo central. Cada escama de piña es una baya individual. Una piña tarda casi tres años en madurar.