Afrodita y Cupido
Afrodita y Cupido
Afrodita es la diosa del amor y la belleza. Una versión mitológica dice que es la única olímpica que no tuvo ni madre ni padre. Nadie sabía de dónde venía. Otra versión es que Zeus era su padre. El Viento del Oeste la vio por primera vez a la luz del amanecer, cuando salía del mar sobre un colchón de espuma. En griego, aphro significa espuma, y dite significa levantada, por lo que Afrodita significa espuma-levantada. Flotaba suavemente sobre las suaves olas y era tan hermosa de contemplar que el viento casi se quedó sin aliento. Con suaves soplos, el viento la llevó a la isla de Citera.
En las costas de la isla de Citera, las tres Gracias dieron la bienvenida a Afrodita. Las tres Gracias, diosas de la belleza, se convirtieron en sus asistentes. Las flores florecían por donde ella caminaba y los pájaros cantaban sobre ella. Las Gracias la vistieron con ropas brillantes, la adornaron con joyas y la colocaron en un carro de oro tirado por palomas blancas. Luego la condujeron al Monte Olimpo, donde todos los dioses se regocijaron con su belleza. Afrodita se sentó en un trono de oro y fue nombrada uno de los doce olímpicos. Fue proclamada la diosa del amor y de la belleza.
Tomados por su belleza, todos los dioses masculinos la cortejaron. Zeus temía que los dioses se pelearan por la mano de Afrodita. Para evitarlo, Zeus se apresuró a elegir un marido para ella. La entregó a Hefesto, el dios del fuego y de la forja. Trabajaba dentro de un volcán y su nombre en griego significa volcán. Hefesto apenas podía creer su buena suerte ya que era cojo y el único dios feo del Olimpo. Utilizó toda su habilidad para fabricar las más suntuosas joyas para ella. Le hizo un cinturón de oro fino y tejió magia en él. No fue muy inteligente por su parte, ya que cuando ella llevaba su faja mágica nadie podía resistirse a ella, y ya era demasiado irresistible.
Hefesto pudo haber ganado su mano, pero no ganó su corazón. Afrodita se enamoró apasionadamente de Ares, el gallardo dios de la guerra, y ostentó públicamente su afecto. Afrodita tuvo varias aventuras con mortales y dio a luz a muchos hijos, entre ellos el pequeño y travieso hijo que se llama Eros, también conocido como Cupido. Eros (Cupido) se paseaba con un arco y flechas. Eran flechas de amor. Se deleitaba lanzando las flechas al corazón de las víctimas incautas. Quien era alcanzado por una de las flechas se enamoraba perdidamente de la primera persona que veía. Hoy en día, Eros (Cupido) es una de las figuras mitológicas griegas más reconocidas porque se le suele representar el día de San Valentín y, por tanto, ya no…… griego para mí.