Alvin E. Roth
Ver a Roth teclear en su ordenador mientras camina sobre su escritorio en la cinta rodante es un espectáculo extraordinario. Y darse cuenta de que el resultado del laborioso tecleo de este economista tan concentrado podría salvar la vida de alguien cambia la percepción de su profesión. ¿Cómo llegó a diseñar un mercado para el intercambio de riñones?
En su soleado despacho del campus de Stanford, Roth explica que ocurrió por casualidad. En aquella época, Pittsburgh estaba a la cabeza de los trasplantes de órganos en Estados Unidos, sobre todo de hígado y riñones. Necesitaba un buen ejemplo para sus estudiantes, de un modelo en el que se intercambian bienes indivisibles sin dinero.
«Les hablaba de la posibilidad de intercambiar riñones de la forma en que se hacían los trasplantes en Pittsburgh», recuerda Roth. «La gente tiene dos riñones y, si estás lo suficientemente sano, puedes seguir estándolo con un solo riñón, por lo que puedes salvar la vida de alguien, de un ser querido, dándole un riñón. Pero, como los riñones tienen que ser compatibles, no siempre puedes dar un riñón a la persona que quieres. Podría estar en la misma situación. Pero tú podrías dar un riñón a la persona que quiero, y yo podría dar un riñón a la persona que quieres, y salvaríamos dos vidas».
Poco después del primer intercambio de riñones, Roth y sus colegas redactaron una propuesta para diseñar un mercado de intercambio de riñones. Desde entonces, su método se ha convertido en una forma estándar de trasplante en Estados Unidos.
¿Las reglas hacen que los mercados sean más libres?
«Cuando se piensa en una rueda que gira libremente, no se piensa en una que está aislada en el vacío, se piensa en una rueda que tiene un eje y cojinetes bien engrasados. Y para que los mercados funcionen libremente, necesitan reglas que se lo permitan». Por ejemplo, el horario de apertura de la Bolsa de Nueva York establece las reglas del mercado. Los operadores saben exactamente cuándo se abre el mercado y cuándo deben empezar sus rituales diarios y, en ese sentido, las reglas del mercado están en su diseño.
Café, charla y otros rituales
En el mercado, al igual que en la vida real, las reglas suelen basarse en rituales. Estos acuerdos no escritos unen a los seres humanos para intercambiar y comunicarse, dándonos un sentido de comunidad y pertenencia. Para Roth, un ritual se eleva al nivel de una regla. Todas las mañanas, en su casa, toma el primer café con su esposa Emily. «El café es una metáfora para hablar con los demás», dice el galardonado, dando un sorbo a su taza.
Todos los martes a la hora del almuerzo, los colegas y estudiantes de Roth se reúnen para tomar un café. Dan un paseo hasta uno de los jardines y ocupan una mesa de picnic. Los colaboradores discuten los últimos resultados de la investigación, los progresos que han hecho, los problemas que surgen y los retos que vendrán. Estos rituales semanales de café crean un ambiente seguro, no competitivo y familiar. De forma similar al modo en que la redacción de las reglas de un mercado hace que los participantes puedan revelar sus preferencias, Roth diseñó estas discusiones de mesa de café como una plataforma de intercambio, un mercado de ideas, donde se anima a los estudiantes a revelar sus pensamientos abiertamente.