Ambliopía anisometrópica

Habiendo hablado ya de la ambliopía en general, de sus bases moleculares y de las formas de tratarla, hablaremos ahora de la que quizá sea la más complicada de todas las ambliopías: la ambliopía anisometrópica.

Los ojos de los niños con ambliopía anisometrópica parecen perfectamente normales a simple vista

Aunque la ambliopía anisometrópica puede no ser la más prevalente -su prevalencia es, según algunos autores, la segunda después de la estrábica, aunque otros informan que hasta el 50% de los casos de ambliopía se deben a la anisometropía- es una de las más difíciles de reconocer. En la ambliopía por privación, por ejemplo, la opacificación del cristalino es bastante evidente por el reflejo pupilar blanco (leucocoria) en el examen ocular de cribado. Del mismo modo, cuando la etiología de la ambliopía es estrábica, la desalineación del ojo suele reconocerse fácilmente y los niños son remitidos pronto a un oftalmólogo para que los examine.

En la ambliopía anisometrópica, sin embargo, no hay anomalías aparentes evidentes a simple vista. Por lo tanto, en muchos casos, sólo se reconoce y se aborda tarde, por lo que a menudo requiere un tratamiento más agresivo. Dicho esto, en la mayoría de los países los exámenes de cribado de la visión en la consulta del pediatra o en el sistema escolar detectan a esos niños y los remiten a un oftalmólogo para que la ambliopía causada por la anisometropía pueda abordarse con la suficiente antelación.

Las diferencias de refracción entre los dos ojos pueden conducir al desarrollo de la ambliopía

¿Pero qué es exactamente la ambliopía anisometrópica entonces? Como su nombre indica es una ambliopía que surge debido a una anisometropía. Probablemente se preguntarán qué es la anisometropía. Pues bien, es simplemente una expresión que describe la diferencia en la potencia de refracción de los dos ojos. Haga clic aquí para obtener más detalles sobre la refracción. Si hay una diferencia notable en la potencia refractiva de los dos ojos, una retina obtiene una imagen mucho más clara que la otra, lo que lleva al desarrollo de ambliopía en el ojo con menor calidad de imagen.

Debido a la alta plasticidad cerebral de los niños, la imagen de menor calidad puede suprimirse fácilmente y los niños no suelen notar ninguna anomalía. Según la Academia Americana de Oftalmología, es probable que la anisometropía desencadene ambliopía si las diferencias refractivas entre los dos ojos son superiores a 1,50 D de hipermetropía (más dioptrías), 2,00 D de astigmatismo (dioptrías cilíndricas) y 3,00 D de miopía (menos dioptrías).

Una vez diagnosticada, el enfoque del tratamiento de la ambliopía anisometrópica es como el de cualquier otra etiología ambliópica, haciendo hincapié en la corrección refractiva que eliminará la anisometropía ambliópica. Algunos niños responderán sólo a la corrección refractiva, otros se beneficiarán de la adición de parches, penalización y/o entrenamiento visual. El pronóstico suele ser muy bueno si la afección se reconoce a tiempo y se aborda pronto. Por lo tanto, las revisiones frecuentes y exhaustivas son cruciales para no dejar sin reconocer las diferencias refractivas.