Anxiógeno

Una sustancia ansiógena o panicógena es aquella que provoca ansiedad. Este efecto contrasta con los agentes ansiolíticos, que inhiben la ansiedad. Estas categorías de compuestos psicoactivos pueden denominarse conjuntamente compuestos ansiótropos.

Los efectos ansiógenos pueden medirse, por ejemplo, mediante la prueba del tablero de agujeros en ratas y ratones. Se utilizan varios agentes para provocar ansiedad (ansiógenos) o pánico (panicógenos) en modelos experimentales. Algunas de las sustancias más comunes son dióxido de carbono (como carbógeno), lactato de sodio, cocaína, anfetaminas sustituidas, cafeína, L-DOPA, metilfenidato, modafinilo, antagonistas del GABA como DMCM, FG-7142 y ZK-93426, agentes serotoninérgicos como mCPP y LY-293,284, agentes adrenérgicos como yohimbina, agentes psicoactivos como el THC y el LSD en individuos susceptibles, antipsicóticos/antagonistas de la dopamina como el ecopipam y la reserpina, y la colecistoquinina (CCK) (especialmente los fragmentos tetrapéptidos y octapéptidos CCK-4 y CCK-8). Se ha comprobado que el lactato de sodio administrado por vía intravenosa provoca ataques de pánico en personas con un trastorno de pánico, pero no en personas sin tales antecedentes.

El modulador alostérico negativo del receptor GABAA, el flumazenil, puede provocar ataques de pánico en personas con trastorno de pánico.

Las sustancias ansiolíticas tienen el efecto contrario: reducen la ansiedad. La clase más común de fármacos ansiolíticos son las benzodiacepinas. Sin embargo, los estudios sugieren que las benzodiacepinas pueden ser ansiógenas a largo plazo. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina son antidepresivos comúnmente recetados que tratan la ansiedad a largo plazo. Sin embargo, los ISRS son ineficaces en el tratamiento a corto plazo de los ataques de pánico agudos o de la ansiedad aguda.