[Artrólisis de la articulación de la rodilla]

Esta publicación consta de dos partes, la primera de las cuales se refiere a la definición de la artrólisis como un mero procedimiento de tejidos blandos. Esta se delimita de la artroplastia. En la segunda parte se presentan los resultados de la artrólisis. Para la rigidez de la articulación de la rodilla son posibles tres medios diferentes de tratamiento: la movilización manual de la articulación bajo anestesia, la operación artroscópica y la artrólisis «abierta». Los autores se centran en el tercer tipo de tratamiento debido a la gran experiencia adquirida a largo plazo. En la mayoría de los casos la rigidez de la articulación de la rodilla se debe a la inmovilización y a los efectos postraumáticos y postoperatorios en la propia articulación o en la zona de la misma. Los hallazgos morfológicos son las adherencias intraarticulares en el receso, así como entre las superficies articulares, la retracción del sistema capsular-ligamentoso y los impedimentos extraarticulares causados por la contracción y las cicatrices en los músculos, los tendones y las láminas de deslizamiento de los tejidos blandos. La artrólisis abierta está indicada tras el fracaso del tratamiento conservador y en casos de rigidez severa de la articulación de la rodilla. Para la artrólisis operativa deben cumplirse muchos requisitos, que se especifican en detalle. La información preoperatoria sobre el tratamiento administrado al paciente es de especial interés. Los métodos operativos, incluido el tratamiento postoperatorio, se describen sólo brevemente, porque la presentación de los resultados es el objetivo principal de este artículo. Se examinaron personalmente 85 pacientes (94%) sometidos a artrólisis abierta. La información sobre los demás pacientes se obtuvo de las historias clínicas, como el examen al alta o la última presentación en la consulta externa. El tiempo medio de seguimiento fue de 5 años y 4 meses y osciló entre 6 meses y 14,25 años. Los resultados se diferencian en muchos aspectos, mientras que la llamada mejora relativa de la movilidad articular tras una operación es el principal interés. Se han publicado y aplicado criterios bien definidos. Los resultados se clasifican según la gravedad de la rigidez articular. Se han creado cuatro grados de rigidez articular, que van desde el grado IV, la forma más grave con un máximo preoperatorio de movilidad articular de 30 grados, hasta el grado I con un máximo de 90 grados de movilidad articular. En todos los casos, los procedimientos quirúrgicos condujeron a una mejora de casi el 100% en comparación con los resultados preoperatorios. Los resultados se presentan en relación con la edad, los métodos operativos, las operaciones anteriores y las diferentes etapas durante el seguimiento.