Artrodesis de tobillo (fusión de tobillo)

La artrodesis de tobillo es un procedimiento quirúrgico reconstructivo en el que una articulación de tobillo lesionada se convierte en un segmento óseo inmóvil. La derivación de artrodesis procede del latín arthron, que significa articulación, y del griego desis, que significa atadura. El tobillo está formado por la articulación de la tibia distal, el astrágalo y el peroné. El movimiento entre estos huesos se elimina esencialmente en una fusión de tobillo.

Síntomas y presentación clínica
El dolor y la rigidez, especialmente en la parte delantera o en todo el tobillo, son los síntomas más comunes relacionados con la artritis del tobillo. También puede haber hinchazón, así como el calor que puede observarse con la inflamación crónica (por ejemplo, la artritis reumatoide) o con la infección. La artritis relacionada con una lesión es la razón más común para que un paciente se plantee una fusión de tobillo. Las indicaciones menos comunes para realizar una fusión de tobillo son la inestabilidad rara de la deformidad debido a una condición neurológica y la infección.

Causa (incluidos los factores de riesgo)

Las causas más comunes de la artritis de tobillo son los traumatismos previos, ya sea por una fractura anterior o por inestabilidad crónica, las afecciones inflamatorias, como la gota y la artritis reumatoide, y las infecciones previas.

Diagnóstico

La artritis de tobillo se diagnostica con frecuencia mediante un examen clínico y una radiografía. Ocasionalmente se necesitan TAC, RMN y gammagrafías óseas para realizar el diagnóstico. La inyección selectiva del tobillo con un esteroide y/o con lidocaína también puede utilizarse con fines de diagnóstico.

Opciones de tratamiento

Las opciones de tratamiento no quirúrgico incluyen la modificación de la actividad, la medicación no narcótica para el dolor, el uso de ortesis y las inyecciones de esteroides. Algunas o todas deben considerarse antes de la cirugía.

Un tobillo puede realizarse con un enfoque quirúrgico artroscópico o abierto. Un abordaje quirúrgico abierto puede realizarse desde la parte frontal (anterior) o lateral (lateral). Se puede emplear un injerto óseo, del propio paciente (autoinjerto) o utilizando un injerto óseo de banco (aloinjerto) o los nuevos injertos sintéticos.

Recuperación

Esperar de 6 a 12 semanas sin poder poner peso en el tobillo operado. Las férulas y las escayolas durarán entre 3 y 4 meses. La hinchazón puede durar de 6 a 9 meses, incluso con alguna hinchazón no resuelta a largo plazo.

Complicaciones

Los riesgos de la cirugía incluyen la infección, la no unión (la fusión no se produce), la mala alineación (el tobillo no está colocado de forma óptima) y complicaciones médicas como un coágulo de sangre o problemas cardíacos debido a la magnitud de la cirugía. Es posible que más adelante sea necesario retirar los herrajes. Las articulaciones adyacentes pueden sufrir artritis más adelante. Una fusión fallida puede acabar en amputación. Los riesgos de malos resultados incluyen el tabaquismo, el incumplimiento (caminar antes de tiempo o quitarse la ortesis en contra del consejo de su médico), la diabetes mal controlada y la baja densidad ósea.

Preguntas frecuentes

¿Cómo me decido por la fusión frente a la sustitución?

La fusión de tobillo es una operación duradera que no falla ni se deshace. El reemplazo de tobillo preserva un poco más de movimiento (aunque no el movimiento completo) pero conlleva un riesgo significativo de fracaso en un intervalo de tiempo más temprano que con los reemplazos de cadera y rodilla. Además, la reconstrucción de una fusión de tobillo fallida es un problema formidable. La amputación es un posible resultado de una fusión de tobillo fallida y de una sustitución de tobillo fallida.

¿Cuánto movimiento perderé con una fusión de tobillo?

Espera perder entre 1/2 y 2/3 del movimiento normal del tobillo hacia arriba y hacia abajo. El movimiento residual se producirá a través de dos de las articulaciones del retropié (la talonavicular y la calcaneocuboidea).