Artroscopia de rodilla
Implantación de condrocitos autólogos
La implantación de condrocitos autólogos (ACI) es un procedimiento para tratar los defectos del cartílago articular de la rodilla. Este procedimiento es eficaz para tratar pequeñas áreas de daño del cartílago que causan dolor e hinchazón o restringen el rango de movimiento. La implantación de condrocitos autólogos no está indicada para aquellos pacientes que tienen artritis avanzada de rodilla.
La implantación de condrocitos autólogos es un procedimiento en dos fases.
El primer paso se realiza mediante artroscopia, que evalúa el defecto de cartílago. Si el defecto es adecuado para un procedimiento de ICA, se extraen células de cartílago sanas de una zona de la superficie articular que no soporta peso. Las células de cartílago sanas se envían al laboratorio, donde se cultivan y multiplican durante un periodo de 3 a 5 semanas. Una vez que se han cultivado suficientes células, el paciente se somete a un segundo procedimiento mediante una artrotomía o un procedimiento de «articulación abierta».
En el segundo procedimiento, se realiza una incisión para exponer la zona dañada del cartílago. A continuación, se realiza una segunda incisión en la parte delantera de la pierna y se extrae un «parche» del periostio (un tejido conectivo que recubre la tibia). Este parche de periostio se corta adecuadamente para que se ajuste al tamaño del defecto de cartílago. A continuación, el parche se cose sobre el defecto cartilaginoso y las células cultivadas se inyectan por debajo del parche perióstico, que mantiene las nuevas células cartilaginosas en la zona del defecto cartilaginoso.
Una complicación de la ACI es la hipertrofia perióstica, que puede producirse debido a la formación de tejido cicatricial alrededor de los bordes del parche perióstico. También pueden producirse otras complicaciones como el fracaso del injerto, la infección de la rodilla y la rigidez de la rodilla.
Después de un procedimiento de ACI, no podrá soportar peso durante al menos 6-8 semanas para que las células se adhieran al hueso subyacente. Es posible que siga observando un rango de movimiento limitado durante cierto tiempo.
La ventaja de un procedimiento de ACI es que las células de cartílago se toman del propio cuerpo del paciente; por lo tanto, se reduce el riesgo de que el propio cuerpo del paciente rechace el injerto. Las principales desventajas son que es un procedimiento caro, de dos pasos y que requiere una incisión abierta. El Instituto Nacional de Excelencia Clínica (NICE) ha impuesto recientemente restricciones a este procedimiento.