Autoinoculación
La autoinoculación deriva de las palabras de raíz latina «autos» e «inocular» que significan «autoimplantar» o «autoinfección» o «implantar algo de uno mismo». La autoinoculación puede referirse tanto a procedimientos médicos beneficiosos (por ejemplo, la vacunación) como a procesos naturales no beneficiosos o perjudiciales (por ejemplo, infecciones o enfermedades). Un procedimiento médico de autoinoculación beneficioso es cuando se extraen células del cuerpo de una persona, se alteran médicamente y luego se reinsertan («implantan» o «infectan») en el mismo organismo o persona de nuevo para lograr algún objetivo de diagnóstico o tratamiento. Por ejemplo, los tratamientos con células madre implican la extracción de células madre de la propia médula ósea y la reintroducción (autoinoculación) de esas células en una fecha posterior, a veces después de alterar esas células madre. La autoinoculación también puede utilizarse para el trasplante de la médula ósea sana del propio paciente tras recuperarse de una enfermedad que afecte al tejido. La autoinoculación también puede referirse al proceso por el cual los virus se reproducen dentro de un organismo implantándose en las células de un organismo, alterando el metabolismo, la reparación del ADN y los procesos de replicación de esas células, utilizando esos procesos para reproducirse y transmitirse por todo el organismo. Por ejemplo, las verrugas y el molusco contagioso pueden propagarse por este método si las células del tejido de las verrugas (células de la piel alteradas por un papilomavirus) son transportadas mecánicamente a otra parte del cuerpo. Esta transmisión o autoinoculación de la verruga puede producirse por el contacto mecánico de una parte del organismo con otra, por la fricción que elimina una parte de las células infectadas a una superficie externa (o a otro organismo) y luego reintroduce esas células al entrar en contacto con el cuerpo en otra parte, o cuando las células o el tejido de la verruga se transportan a través del torrente sanguíneo de un organismo.