Bagazo

Bagasse cubierto con plástico azul fuera de un ingenio azucarero en Proserpine, Queensland

Numerosos esfuerzos de investigación han explorado el uso del bagazo en la producción de materiales de base biológica y como biocombustible en la generación de energía renovable.

CombustibleEditar

Los ingenios azucareros suelen utilizar el bagazo como fuente primaria de combustible. Cuando se quema en cantidad, el bagazo produce suficiente energía térmica para alimentar completamente un ingenio azucarero típico, con algo de energía de sobra. La cogeneración es una configuración común, con esta energía extra vendida a la red eléctrica del consumidor. Históricamente, el bagazo también se utilizaba como combustible para las locomotoras de vapor que llevaban la caña cortada a los ingenios.

Las emisiones de CO2 procedentes de la quema del bagazo en una planta de caña de azúcar son menores que la cantidad de CO2 absorbida de la atmósfera cuando la caña crece, lo que hace que el proceso sea neutro en carbono o mejor. En países como Australia, las azucareras aportan esta energía «verde» a la red eléctrica. Hawaiian Electric Industries también quema bagazo para la cogeneración.

El etanol producido a partir del azúcar es un combustible popular en Brasil. El bagazo rico en celulosa también se está investigando por su potencial para producir cantidades comerciales de etanol celulósico. Por ejemplo, hasta mayo de 2015, BP operó una planta de demostración de etanol celulósico en Jennings, Luisiana.

El potencial del bagazo para su uso en biocombustibles avanzados ha sido demostrado por varios investigadores. Sin embargo, la idoneidad de estos combustibles crudos para los motores convencionales y su compatibilidad con los combustibles convencionales y aún no se ha demostrado.

Pulpa, papel, cartón y piensosEditar

En muchos países tropicales y subtropicales como India, China, Colombia, Irán, Tailandia y Argentina, el bagazo se utiliza comúnmente en lugar de la madera en la producción de pulpa, papel y cartón. Esta sustitución produce una pasta con propiedades físicas muy adecuadas para la impresión y el papel para cuadernos, productos de papel tisú, cajas y periódicos. También puede utilizarse para fabricar tableros parecidos al contrachapado o a los tableros de partículas, conocidos como tableros de bagazo y tableros de xanita. Estos se utilizan ampliamente en la producción de tabiques y muebles.

El proceso industrial para convertir el bagazo en papel se desarrolló en 1937 en un pequeño laboratorio de la Hacienda Paramonga, un ingenio azucarero de la costa de Perú propiedad de la compañía W.R. Grace. Utilizando un método prometedor inventado por Clarence Birdseye, la empresa compró una antigua fábrica de papel en Whippany, Nueva Jersey, y envió allí el bagazo desde Perú para probar la viabilidad del proceso a escala industrial. Las primeras máquinas de fabricación de papel con bagazo se diseñaron en Alemania y se instalaron en la planta de caña de azúcar de Cartavio en 1938.

El 26 y 27 de enero de 1950, la Noble & Wood Machine Company, la Kinsley Chemical Company y la Chemical Paper Company demostraron conjuntamente la primera producción comercial con éxito de papel prensa producido a partir de bagazo en las fábricas de Chemical Paper en Holyoke. El primer uso del proceso fue la impresión de una edición especial del Holyoke Transcript-Telegram. Esta demostración se realizó en colaboración con los gobiernos de Puerto Rico y Argentina, debido a la importancia económica del producto en países sin fácil acceso a las fibras de madera. El trabajo fue presentado ante representantes de 100 intereses industriales y funcionarios de 15 países.

Algunos otros aspectos industriales destacados:

  • Sociedad Paramonga fue comprada en 1997 por Quimpac y en 2015 produjo 90.000 toneladas métricas de papel de oficina, papel higiénico y cartón para el mercado peruano.
  • La industria K-Much patentó un método para convertir el bagazo en alimento para el ganado mezclándolo con melaza y enzimas (como la bromelina) y luego fermentándolo. Este producto se comercializa en Tailandia, Japón, Malasia, Corea, Taiwán y Oriente Medio, y Australia.
  • Xanita, una empresa sudafricana, crea una mezcla compuesta por un 30% de fibras de celulosa de bagazo, así como de fibra de papel kraft reciclado, para fabricar tableros compuestos ultraligeros. Se venden como una alternativa ecológica y sin formaldehído a los tableros de MDF y de partículas.
  • Pars Paper co. es uno de los mayores productores de pulpa de bagazo de Irán. Esta empresa produce pulpa de bagazo apta para alimentos, que exporta principalmente a la India y al este de Asia. También fabrica vajillas biodegradables y cajas para alimentos. Estos productos son ecológicos, no tóxicos y compostables.

NanocelulosaEditar

La nanocelulosa, un producto de mayor valor, puede producirse a partir del bagazo mediante diversos procesos convencionales y novedosos.