Belphegor

Belphegor se originó como Baal-Peor, el dios moabita al que se apegaron los israelitas en Sitim (Números 25:3), que estaba asociado con el libertinaje y las orgías. Era adorado en forma de falo. Como demonio, se le describe en los escritos cabalísticos como el «disputador», la contrapartida de la sexta Sephiroth «belleza». Cuando se le invoca, puede conceder riquezas, el poder del descubrimiento y la invención ingeniosa. Su papel como demonio era sembrar la discordia entre los hombres y seducirlos hacia el mal a través del reparto de la riqueza.

Según el Dictionnaire Infernal de Collin de Plancy, Belphegor era el embajador del Infierno en Francia. En consecuencia, su adversario es María Magdalena, una de las santas patronas de Francia.

Belphegor también figura en El Paraíso Perdido de John Milton y en Los trabajadores del mar de Victor Hugo. Belfagor arcidiavolo, del diplomático italiano Nicolás Maquiavelo, se publicó por primera vez en 1549 y narra cómo el demonio viene a la tierra para encontrar pareja. Esta historia se convirtió en la fuente inicial de la ópera Belfagor de Ottorino Respighi, que se estrenó en La Scala de Milán en 1923.