Brave New World

Los temas son las ideas fundamentales y a menudo universales que se exploran en una obra literaria.

El uso de la tecnología para controlar la sociedad

Brave New World advierte de los peligros de dar al Estado el control de las nuevas y poderosas tecnologías.Una ilustración de este tema es el rígido control de la reproducción a través de la intervención tecnológica y médica, incluyendo la extirpación quirúrgica de los ovarios, el Proceso Bokanovsky y el condicionamiento hipnopédico.Otra es la creación de complicadas máquinas de entretenimiento que generan tanto el ocio inofensivo como los altos niveles de consumo y producción que son la base de la estabilidad del Estado Mundial. El soma es un tercer ejemplo del tipo de tecnologías médicas, biológicas y psicológicas que Brave New World critica más duramente.

Es importante reconocer la distinción entre ciencia y tecnología. Mientras el Estado habla de progreso y ciencia, lo que realmente significa es la mejora de la tecnología, no el aumento de la exploración y experimentación científica. El Estado utiliza la ciencia como un medio para construir una tecnología que pueda crear un mundo sin fisuras, feliz y superficial a través de cosas como los «feelies». Sin embargo, el Estado censura y limita la ciencia, ya que considera que la base fundamental de la ciencia, la búsqueda de la verdad, es una amenaza para el control del Estado.El enfoque del Estado en la felicidad y la estabilidad significa que utiliza los resultados de la investigación científica, en la medida en que contribuyen a las tecnologías de control, pero no apoya la ciencia en sí misma.

La sociedad de consumo

Es importante entender que Un mundo feliz no es simplemente una advertencia sobre lo que podría suceder a la sociedad si las cosas van mal, también es una sátira de la sociedad en la que existió Huxley, y que todavía existe hoy. Aunque las actitudes y comportamientos de los ciudadanos del Estado Mundial parecen al principio extraños, crueles o escandalosos, muchas pistas apuntan a la conclusión de que el Estado Mundial es simplemente una versión extrema -pero lógicamente desarrollada- de los valores económicos de nuestra sociedad, en la que la felicidad individual se define como la capacidad de satisfacer las necesidades, y el éxito como sociedad se equipara con el crecimiento económico y la prosperidad.

La incompatibilidad de la felicidad y la verdad

Brave New World está llena de personajes que hacen todo lo posible para evitar enfrentarse a la verdad sobre sus propias situaciones. El uso casi universal de la droga soma es, probablemente, el ejemplo más generalizado de este autoengaño voluntario. El soma nubla las realidades del presente y las sustituye por alucinaciones felices, por lo que es una herramienta para promover la estabilidad social. Pero incluso Shakespeare puede utilizarse para evitar enfrentarse a la verdad, como demuestra John al insistir en ver a Lenina a través de la lente del mundo de Shakespeare, primero como una Julieta y más tarde como una «ramera insolente». Según Mustapha Mond, el Estado Mundial da prioridad a la felicidad a expensas de la verdad por diseño: cree que la gente está mejor con la felicidad que con la verdad.

¿Qué son estas dos entidades abstractas que Mond yuxtapone? Parece bastante claro en el argumento de Mond que la felicidad se refiere a la gratificación inmediata del deseo de cada ciudadano de comida, sexo, drogas, ropa bonita y otros artículos de consumo. No está tan claro lo que Mond entiende por verdad, o específicamente qué verdades considera que encubre la sociedad del Estado Mundial. A partir de la discusión de Mond con John, es posible identificar dos tipos principales de verdad que el Estado Mundial trata de eliminar. En primer lugar, como indica el propio pasado de Mond, el Estado Mundial controla y silencia todos los esfuerzos de los ciudadanos por conseguir cualquier tipo de verdad científica o empírica. En segundo lugar, el gobierno intenta destruir todo tipo de verdades «humanas», como el amor, la amistad y la conexión personal. Estos dos tipos de verdades son muy diferentes entre sí: la verdad objetiva implica llegar a una conclusión definitiva de los hechos, mientras que una verdad «humana» sólo puede explorarse, no definirse. De joven, Mustafá Mond se extasía con el placer de hacer descubrimientos, al igual que Juan ama el lenguaje y la intensidad de Shakespeare. La búsqueda de la verdad también parece implicar un gran esfuerzo individual, un esfuerzo y una lucha contra las adversidades. La propia voluntad de buscar la verdad es un deseo individual que la sociedad comunal de Un mundo feliz, basada en el anonimato y la falta de pensamiento, no puede permitir que exista.La verdad y la individualidad se entrelazan así en la estructura temática de la novela.

Los peligros de un estado omnipotente

Al igual que 1984 de George Orwell, esta novela describe una distopía en la que un estado omnipotente controla los comportamientos y acciones de su población para preservar su propia estabilidad y poder. Pero una diferencia importante entre las dos es que, mientras que en 1984 el control se mantiene mediante la vigilancia constante del gobierno, la policía secreta y la tortura, el poder en Un mundo feliz se mantiene mediante intervenciones tecnológicas que comienzan antes del nacimiento y duran hasta la muerte, y que realmente cambian lo que la gente quiere. El gobierno de 1984 mantiene el poder mediante la fuerza y la intimidación. El gobierno de Un mundo feliz mantiene el control haciendo que sus ciudadanos sean tan felices y se sientan superficialmente satisfechos que no se preocupen por su libertad personal. En Brave New World, las consecuencias del control del Estado son la pérdida de la dignidad, la moral, los valores y las emociones; en resumen, la pérdida de la humanidad.