¿CÓMO ES LA MONTA DE NUESTROS PERROS?
El ritual de la monta
Cuando presentamos a un macho y a una hembra en celo, la relación que podemos observar cuando se gustan es siempre la misma. Primero reconocen el terreno neutral al que le hemos llevado, el macho comienza a marcar el territorio y la hembra esparce con su orina las feromonas que informan de que está sexualmente activa. A continuación se huelen y si a la hembra le gusta el macho comienza el cortejo. La perra se mostrará juguetona y, durante un tiempo, el macho estará lamiendo las orejas, hocico y vulva de la hembra para estimular la monta, algo que intentará en repetidas ocasiones hasta que consiga la penetración. Tras varias embestidas, el pene alcanza su máximo tamaño. Entonces se produce un hecho exclusivo del apareamiento de los perros (y los lobos): el abotonamiento. El miembro del perro en hincha en su base mientras está dentro de la hembra, impidiendo de esta manera que la hembra pueda alejarse del macho durante el tiempo que dure la erección (de 15 minutos a una hora). En ese momento el macho gira sobre la hembra haciendo en volteo y ambos permanecen unidos mientras se produce la eyaculación que se da en 3 fases: la primera eyaculación es estéril y sirve para lubricar a la hembra mientras la está penetrando, la segunda es la que está cargada de esperma y se produce cuando el pene llega al máximo de su erección, y la tercera que dura todo el abotonamiento. Pasada la erección, los perros se desenganchan y proceden a asear sus genitales.