Diciembre puede ser un mes difícil para las personas ambiciosas. El trabajo puede ralentizarse hasta el punto de que las fiestas navideñas y la planificación empresarial de final de trimestre parecen tragarse nuestro tiempo. Puede parecer que nadie está empezando nuevos proyectos, abriendo nuevos puestos o firmando nuevos contratos.
Así que utiliza diciembre como una oportunidad para mirar hacia dentro y poner tus propios asuntos en orden. Voy a compartir contigo una técnica que he utilizado para terminar el año sintiéndome fuerte y preparado para coger el nuevo año por los cuernos.
Resoluciones de Año Nuevo
Apartémonos de algo: Los propósitos de Año Nuevo tienen mala reputación.
Alrededor del 40-50% de los estadounidenses dicen que hacen propósitos de Año Nuevo. Pocos son capaces de cumplirlos. Sin una estrategia, los propósitos sólo reflejan esperanzas y sueños, en lugar de resultados concretos.
Una investigación realizada por John Norcross y sus colegas de la Universidad de Scranton ha determinado que poco menos de la mitad de los que se proponen cambiar su comportamiento tienen éxito. Y esto es lo que los que tuvieron éxito hicieron más:
Se esforzaron mucho e hicieron un verdadero esfuerzo para mantener el nuevo comportamiento (¡suena obvio pero fue una diferencia estadísticamente significativa!)
Pensaron en la gravedad del problema y en cómo estaba afectando a su vida
Se recordaron a sí mismos su resolución
Evitaron situaciones en las que se rendirían
Obviamente, el autoconocimiento desempeña un papel importante en el éxito de los que se fijan objetivos. La idea de la autorreflexión como componente del éxito en la consecución de objetivos es bien conocida. Quizá la mejor manera de plasmarlo sea esta cita del educador de Harvard Howard Gardner:
«Los individuos extraordinarios destacan por la medida en que reflexionan -a menudo explícitamente- sobre los acontecimientos de su vida, tanto grandes como pequeños… Al aprovechar la oportunidad de aprovechar y enmarcar estas experiencias, ganamos agencia sobre ellas. Y esta mayor capacidad de acción, a su vez, nos coloca en una posición más fuerte para afrontar las experiencias futuras, incluso cuando puede alterar nuestro propio sentido de las fortalezas y posibilidades». Estupendo, entremos en materia.
He experimentado con varias estrategias para aprovechar al máximo la autorreflexión y el poder psicológico del Año Nuevo. He descubierto que el enfoque que te doy aquí es simple, directo y el más poderoso.
Lo que necesitas
3+ horas de tiempo ininterrumpido – necesitas el tiempo para profundizar, reflexionar, formular tus pensamientos y establecer intenciones que se sientan bien.
Papel grande y/o notas adhesivas: una actividad como ésta suele ser mejor sin las distracciones de un ordenador o un teléfono (y es posible que los utilice para buscar información sobre la marcha). Puedes empezar con notas Post-It y pasar a completarlas en el papel grande si lo deseas. (Si es necesario, un dispositivo digital como un ordenador portátil o una tableta también puede ser suficiente.)
Sharpie u otros instrumentos de escritura-puede que quiera diferentes colores, resaltadores, etc. para ayudar a organizar el material a medida que lo hace.
Una superficie para escribir o una pared-puede ser útil para revisar sus pensamientos / ideas en un lugar grande. Despeja una mesa, utiliza una pizarra blanca si tienes una.
Diarios, calendarios y otros datos personales – ya que estás reflexionando sobre el año, es útil tener cosas que puedan refrescar tu memoria y recordarte todas las cosas que han sucedido.
Unas pocas personas a las que te sientas realmente cerca – puedes hacer este ejercicio solo, pero es definitivamente más poderoso si puedes compartirlo con una o dos personas en las que realmente confíes.
Reúne todos tus materiales y date espacio para trabajar.
Paso 1: reflexionar
Mirar hacia atrás es cerrar el capítulo del último año de tu vida. Puedes empezar simplemente revisando tus fotos, entradas del diario, actualizar los correos electrónicos y el calendario para recordar todo lo que has hecho y experimentado en el último año. Incluso puedes mirar los mensajes de texto o los correos electrónicos con las personas que están cerca de ti. Puede programar un temporizador durante una hora más o menos para hacer esto.
Una vez que se sienta empapado de lo que ha sucedido en el año, programe un temporizador durante tres minutos cada vez y anote todos los acontecimientos o puntos que pueda para cada pregunta.
¿Cuáles fueron los aspectos más destacados del año? ¿Qué le hizo sentirse orgulloso, alegre y querido?
¿Cuáles fueron las partes bajas del año? ¿Qué fue duro? ¿Qué te hizo sentir herido, enojado o triste?
¿Qué aprendiste este año? ¿Qué sabes ahora sobre ti mismo, sobre los demás y sobre el mundo en general?
Es posible que acabes pasándote de la raya (sobre todo en la tercera pregunta), y no pasa nada. Sólo son pautas para mantenerte motivado y avanzar.
Una vez que hayas pasado por cada pregunta y hayas generado tu lista de pensamientos/memorias/lecciones, puede ser una buena oportunidad para hablar de ellas con un compañero o amigo cercano.
Algunas preguntas a tener en cuenta:
¿Te sorprendió algo? ¿Qué le ha llamado la atención? ¿Cómo te han cambiado estos acontecimientos? ¿Qué es lo que más recordarás dentro de cinco años?
Si estás solo, puedes simplemente reflexionar sobre estas preguntas por tu cuenta y anotar algunas ideas en un diario.
Una vez que hayas terminado con la reflexión y la discusión, puedes dar el paso adicional de volver a escribir en algún lugar más permanente (en tu gran papel, diario u ordenador) un resumen de tus 5 principales:
Los aspectos más destacados: cosas que apreciar y celebrar. Lo afortunado y capaz que eres por haber pasado por ellas estas cosas.
Partes bajas – cosas para agradecer que hayan terminado, o al menos reconocer que no acabaron contigo. Deja esto atrás. (Incluso puedes quemar o romper esta página o estos post-its si lo deseas).
Lecciones – lo que tu dura experiencia te ha enseñado. El tiempo no se convierte automáticamente en sabiduría. Tienes que exprimirlo.
Ponerle nombre al año: este es un paso opcional que puede ayudar a cerrar el año. Al darle un nombre al año, como «El año de la exploración» o «El año de los tropiezos y las peleas», puede encapsular lo que fue el mayor aprendizaje de ese año.
Paso 2: Auditoría de la vida
Una vez que hayas mirado hacia atrás el año que fue, es hora de mirar dónde estás ahora, en este momento. Es el momento de hacer una auditoría de vida.
Una auditoría de vida es una técnica que aparece en muchos libros y que utilizan muchos profesionales. La conocí cuando tenía veintitantos años y trabajaba con Caryn Gillen, que recibió su formación inicial de coaching en CTI.
El objetivo de una auditoría de vida es echar un vistazo a las diferentes partes de tu vida y ver qué va bien y qué podría necesitar algo de atención. Cada persona tiene un número diferente de áreas y agrupa las cosas de diferentes maneras, pero ésta es la mía.
Para hacer una auditoría de vida, califique cada una de las siguientes áreas del 1 al 5 en términos de cuán satisfecho se siente en cada una de ellas (1 = totalmente insatisfecho y 5 = completamente satisfecho)
Salud + Fitness
Amigos + Comunidad
Amor + Relaciones
Familia
Creatividad + Aventura
Carrera
Dinero &Finanzas
Bienestar Emocional-Ser
Una vez que haya calificado cada área, dedica un tiempo a reflexionar sobre por qué le diste la respuesta que le diste.
Si ha puntuado con un 2 la salud y la forma física, ¿qué es lo que hace que esa área no funcione bien? ¿Qué podría hacer para solucionarlo (si es que lo hace)? Si algo es un 4 o 5, ¿qué está yendo bien con ello? ¿Cómo puede mantenerlo en un nivel alto?
Puede ser bueno hacer un gráfico de radar (o simplemente hacer 8 gráficos de mini-bar) y graficar su cumplimiento.
Una vez que haya hecho un balance de dónde se encuentra hoy, está listo para avanzar a la etapa final.
Un rápido gráfico de radar a través de Online Charts. Vea a continuación mi propio ejemplo utilizando gráficos de barras.
Paso 3: Mirar hacia adelante
En esta fase, el objetivo es empezar a pensar en el próximo año. ¿Cuáles son las mayores aspiraciones que tiene y qué pasos debe dar para realizarlas? Quiere soñar a lo grande, pero también desarrollar un plan para conseguirlo.
Ponga un cronómetro durante tres minutos y escriba sus respuestas a cada una de las siguientes preguntas (tres minutos cada una).
La gran lista. ¿Cuáles son todas las cosas que quieres lograr, contribuir y convertirte en el próximo año? Vuélvete loco y escríbelo todo. La recortaremos en el siguiente.
La Lista Corta. Revisa esa larga lista de aspiraciones/objetivos. Cuáles son las 3-5 cosas que, si las logras, harían del próximo año una gran victoria? ¿Qué es lo que realmente importa? Trate de no darle demasiadas vueltas; céntrese en lo que es «imprescindible», no en lo que es «agradable».
Una vez que haya completado esa serie de ejercicios, eche un vistazo a su lista corta de aspiraciones/objetivos (a partir de ahora los llamaremos simplemente objetivos). Utilice las siguientes preguntas de debate para perfeccionar estos objetivos con su compañero o por su cuenta.
¿Puede definir el éxito? Recuerde que el problema de la mayoría de los propósitos es que son vagos y poco específicos. ¿Son sus objetivos lo suficientemente claros como para poder decir al final del año «Sí, he hecho esto» o «No, no he hecho esto»? Si no es así, considere la posibilidad de añadir un elemento concreto: un plazo, un número o una acción definitiva.
¿Cuál es su motivación? Para cada objetivo de su lista corta, ¿puede nombrar una o dos necesidades o deseos subyacentes que impulsan ese objetivo para usted? Por ejemplo, si tu objetivo es abrir un negocio el año que viene, la necesidad o el deseo puede ser la sensación de aventura, que es diferente de una fuente de ingresos adicional, o incluso demostrarte algo a ti mismo o a los demás. Reconocer su «por qué» puede ayudarle a mantenerse en el camino, y puede ayudarle a darse cuenta de cuándo hay que redefinir un objetivo.
¿Son lo suficientemente ambiciosos? Imagina que llega el final del año y que eres capaz de lograr entre el 60% y el 80% de tu objetivo para estas metas. ¿Cómo de satisfecho estarías? Si se sintiera un poco decepcionado, tal vez debería aumentar su nivel de ambición con respecto a estos objetivos. Si está encantado, tal vez deba rebajar un poco su nivel de ambición.
Utilice estas preguntas para ajustar su lista corta de objetivos. Una vez que estés contento con ellos, puedes, opcionalmente, darle un tema a tu nuevo año y anotarlo todo en tu lugar permanente: el gran papel, el diario o el dispositivo digital.
Mi ejercicio de reflexión de 2016.
Trazar el camino
¡Ya casi has terminado! Ahora que has definido ese castillo en el aire, es hora de poner los cimientos debajo de ellos, como dijo una vez Thoreau. Esta serie final consistirá en asegurarte de que tienes un camino realista para alcanzar esos impresionantes objetivos que has definido.
Inicia ese temporizador de 3 minutos una vez más para abordar cada una de las siguientes preguntas:
Hitos: Para cada objetivo, ¿cuál sería un buen hito de 3 meses para saber que vas por buen camino?
Nuevas prácticas: Para alcanzar esos objetivos, ¿cuáles son los hábitos, comportamientos y actitudes que tendrá que adoptar en el próximo año?
Conexiones a establecer: Para alcanzar esos objetivos, ¿con quién necesitas construir o profundizar una relación? ¿Quién puede inspirarte, enseñarte y apoyarte en este viaje?
Cosas a las que renunciar: Para alcanzar esos objetivos, ¿cuáles son los hábitos, comportamientos y actitudes que tendrás que abandonar en el nuevo año?
Cada una de estas preguntas está diseñada para que pienses no sólo en el objetivo que quieres alcanzar, sino en el trabajo que tendrás que hacer para conseguirlo. Al establecer primero los objetivos y luego vincular las acciones y los cambios a esos objetivos, creas un camino que te ayuda a llegar a ellos.
Además, si estás haciendo esto con otra persona, este puede ser un buen momento para discutir estas preguntas y aprender el uno del otro. Es posible que descubráis nuevas ideas que podéis tomar prestadas el uno del otro.
Vuelve a comprobarlo: Dedica un momento a documentar 2 ó 3 ideas clave de cada pregunta en ese gran papel, diario o dispositivo digital. A continuación, establezca un recordatorio en el calendario para volver a comprobarlo dentro de 3, 6 y 9 meses, de modo que pueda volver a revisarlo y establecer nuevos hitos a medida que avanza el año. Asegúrese de que este trabajo siga aportándole valor a lo largo del año.
Pensamientos finales
Se ha dicho que sobreestimamos lo que podemos hacer en un año, pero subestimamos lo que podemos hacer en una década.
Es común sentir que establecer metas o propósitos de Año Nuevo no tiene sentido porque el cambio es difícil y el progreso puede ser lento. ¿Pero cuál es la alternativa? ¿No hacer nada y esperar que las cosas mejoren? ¿Deseamos haber nacido en una vida diferente o tropezar con algo de buena suerte?
No. Es cierto que la grandeza requiere un poco de suerte, pero se trata de lo preparados que estamos cuando nos encontramos con esa suerte. Ejercicios como The Annual Review pueden ayudarte a capitalizar la buena suerte y a mitigar la mala. Como escribió el legendario autor empresarial Jim Collins al final de su libro Great by Choice:
No estamos presos de nuestras circunstancias. No estamos presos de la suerte que tenemos o de la injusticia inherente a la vida. No estamos prisioneros de los reveses aplastantes, de los errores autoinfligidos o de nuestro éxito pasado. No estamos presos por los tiempos en que vivimos, por el número de horas en un día o incluso por el número de horas que se nos conceden en nuestras cortas vidas. Al final, sólo podemos controlar una pequeña parte de lo que nos ocurre. Pero aun así, somos libres de elegir, libres de llegar a ser grandes por elección.
Más lecturas:
Norcross, John C., Mrykalo, Marci S., & Blagys, Matthew D. (2002). Auld lang Syne: predictores de éxito, procesos de cambio y resultados autoinformados de los que resuelven y no resuelven el Año Nuevo. Journal of Clinical Psychology, 58(4), 397-405. (PubMed)
Dai, H., Milkman, K. L., & Riis, J. (2014). El efecto del nuevo comienzo: Los hitos temporales motivan el comportamiento aspiracional. Management Science, 10, 2563-2582. (PDF)
Dai, H., Milkman, K. L., & Riis, J. (2015). Deja atrás las imperfecciones: Temporal Landmarks Spur Goal Initiation When They Signal New Beginnings. Psychological Science, Vol. 26(12) 1927-1936.
Bandura, A., & Schunk, D. H. (1981). Cultivar la competencia, la autoeficacia y el interés intrínseco a través de la automotivación proximal. Journal of Personality and Social Psychology, 41(3), 586-598.