Cómo una prueba de la mantequilla de cacahuete podría detectar el Alzheimer
La mantequilla de cacahuete, cremosa o crujiente -y oh, tan untable-, no es lo primero que se piensa como un posible cambio de juego en la investigación de la enfermedad de Alzheimer.
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Pero tiene potencial, según investigadores de la Universidad de Florida. Llevaron a cabo una prueba de olor a mantequilla de cacahuete con la esperanza de encontrar una forma barata y no invasiva de detectar el Alzheimer en fase inicial y seguir su progreso.
La prueba se llevó a cabo en individuos cognitivamente normales, así como:
- 18 pacientes diagnosticados con probable enfermedad de Alzheimer.
- 24 pacientes con deterioro cognitivo leve.
- 26 pacientes con otras causas de demencia.
Los investigadores descubrieron que la prueba de la mantequilla de cacahuete señalaba a aquellos con probable Alzheimer.
Prueba del olor de la mantequilla de cacahuete
Así es como realizaron la prueba. Los investigadores pidieron a cada persona que cerrara los ojos, la boca y una fosa nasal. Abrieron un pequeño recipiente de mantequilla de cacahuete y se acercaron progresivamente hasta que la persona pudo olerla. Tras medir esa distancia, esperaron 90 segundos y repitieron el proceso con la otra fosa nasal.
En las personas con probable enfermedad de Alzheimer, los investigadores tuvieron que acercar el recipiente de mantequilla de cacahuete una media de 10 centímetros más a la fosa nasal izquierda que a la derecha.
«Esta es una parte muy interesante de este estudio», señala el doctor Dylan Wint, especialista en enfermedades cerebrales degenerativas, que comentó la investigación. «Hay muchas investigaciones que muestran que el encogimiento del cerebro relacionado con el Alzheimer suele empezar en el lado izquierdo del cerebro, que es donde el lóbulo temporal degenera primero».
Se necesitan investigaciones de seguimiento
Los investigadores, que publicaron su estudio en 2013, dijeron que se necesitarían investigaciones de seguimiento.
Sin embargo, un estudio de seguimiento realizado en 2014 en la Universidad de Pensilvania no pudo replicar sus resultados. El segundo equipo de investigación no encontró diferencias en la capacidad de 15 pacientes con Alzheimer para oler la mantequilla de cacahuete en su fosa nasal izquierda frente a la derecha.
«Esto pone de manifiesto la importancia científica de que los estudios sean repetidos y perfeccionados por otros investigadores en diferentes poblaciones de pacientes», afirma el doctor Wint. «Los resultados intrigantes no siempre se mantienen en todas las poblaciones de estudio.»
La investigación continúa en la enfermedad de Alzheimer, así como en el deterioro cognitivo leve.
Necesidad de pruebas baratas y precisas
«La accesibilidad de las pruebas actuales de Alzheimer es uno de los problemas que está dificultando el diagnóstico y la investigación», señala el Dr. Wint.
Actualmente, las pruebas diagnósticas más precisas en la fase inicial de la enfermedad de Alzheimer son la punción lumbar o el escáner PET de amiloide. Sin embargo, estas pruebas son caras, incómodas y no están disponibles en todas partes.
«El escáner PET de amiloide puede costar 5.000 dólares, y eso es sólo para averiguar quién debe ser estudiado en cualquier estudio de Alzheimer para el diagnóstico en fase temprana», dice.
Unas pruebas precisas, accesibles y baratas podrían informar a más pacientes sobre su estado de enfermedad de Alzheimer. Y diagnosticar el Alzheimer en sus primeras fases es fundamental para encontrar tratamientos que puedan retrasar o prevenir futuras pérdidas de memoria.