Cómo utiliza Japón la IA y la robótica para resolver problemas sociales y lograr el crecimiento económico

Okanohara Daisuke, Cofundador, Preferred Networks

La automatización se ha convertido en parte de la línea de fabricación global, donde los robots se encargan de trabajos repetitivos, como llenar cajas o soldar el chasis de un coche de la misma manera, día tras día.

¿Pero qué pasaría si los robots pudieran alejarse de su limitada gama de tareas y empezar a resolver problemas en situaciones operativas complejas, como detectar una avería en la cadena de montaje o identificar un compuesto mejor para una pieza?

¿Y cómo podrían los robots dotados de «aprendizaje profundo» -en el que los algoritmos aprenden a partir de grandes cantidades de datos recogidos a través de la experiencia- empezar a compartir conocimientos con otros robots, para aumentar la innovación en todo tipo de entornos, desde las fábricas hasta los coches autoconducidos en la carretera, pasando por la detección precoz del cáncer y el descubrimiento de fármacos en los hospitales?

Estas preguntas son el objetivo de Preferred Networks, una empresa de inteligencia artificial de vanguardia fundada en 2014. La empresa con sede en Tokio, que tiene un valor aproximado de 2.000 millones de dólares, según CB Insights, es un símbolo de la amplia iniciativa de innovación estratégica de Japón, en la que la IA y la robótica se consideran claves tanto para resolver problemas sociales como para lograr un nuevo crecimiento económico.

Este enfoque basado en las soluciones es crucial para las empresas japonesas en el ámbito tecnológico de la IA, altamente competitivo y dominado por empresas con sede en Estados Unidos y China que han atraído miles de millones de dólares. UU. y China que han atraído miles de millones de dólares en financiación, afirma el cofundador de Preferred Networks, Okanohara Daisuke.

«Desde nuestra fundación, hemos dicho que nuestra empresa se centraría en resolver problemas del mundo real, no del mundo virtual», afirma. «Esa política y postura coherentes, así como los continuos logros, son muy valorados por nuestros socios».

La asociación de Preferred Networks con Toyota, anunciada recientemente, es un ejemplo del enfoque japonés en el despliegue de la IA y el aprendizaje profundo para resolver retos inmediatos. El proyecto está diseñado para desarrollar robots de servicio que puedan ayudar a las personas en la vida cotidiana. Esto podría cubrir una necesidad crítica en Japón, donde el envejecimiento de la población y la escasez de mano de obra dificultan la existencia de suficientes servicios para los ancianos en el hogar, y en los centros de salud.

Las dos empresas colaborarán en la investigación y el desarrollo utilizando el Robot de Apoyo Humano (HSR) de Toyota, una plataforma que permite a los robots trabajar junto a las personas ofreciendo cuidados básicos y asistencia de apoyo en aplicaciones de enfermería y cuidados de larga duración. Equipado con un brazo, una pantalla, cámaras y una base con ruedas, puede recoger y recuperar objetos de forma automática y ofrecer capacidades de control y comunicación a distancia.

En Japón -y en el resto del mundo- este es el tipo de innovación que puede ayudar a abordar muchos de los retos a los que se enfrenta la sociedad, afirma Akaishi Koichi, viceministro de Política de Innovación de la Secretaría del Gabinete japonés.

Akaishi describe que Japón avanza rápidamente hacia la «Sociedad 5.0», a medida que el mundo añade un capítulo «ultrainteligente» a las cuatro etapas anteriores del desarrollo humano: cazador-recolector, agrario, industrial y de la información.

Akaishi dijo que en la Sociedad 5.0, en la que todas las cosas están conectadas e integradas a través de la tecnología, Japón se centra en ayudar a las empresas, incluidas las de nueva creación y las «joyas ocultas» entre las pequeñas y medianas empresas, para que aporten ideas totalmente nuevas e innovadoras, con el fin de proporcionar al mundo soluciones.

Como tercera economía mundial, Japón fue en su día líder en cuanto a tecnología innovadora disruptiva: Piensa en las calculadoras de bolsillo, el Walkman de Sony y las luces LED. Cuando Silicon Valley y los desarrolladores chinos empezaron a explorar el IoT, el big data y la IA, Japón se quedó atrás. Ahora que Japón se enfrenta a tantos retos, Akaishi dice que el país está preparado para adoptar la IA y aprovechar sus soluciones.

Para que surjan más empresas «joyas ocultas» como Preferred Networks, el gobierno japonés está apoyando una amplia gama de reformas en áreas que van desde la educación hasta la política regulatoria y las finanzas, dice Akaishi. Entre las iniciativas:

  • La reforma educativa está alejando a las escuelas de la cultura de la memorización para centrar el aprendizaje en la resolución de problemas. Se enfatizará la alfabetización en datos en las escuelas primarias y secundarias, donde el gobierno ha financiado la implementación de ordenadores y tecnología.
  • Más certificaciones y subvenciones del gobierno a las universidades japonesas que ofrecen educación en IA para asegurar un grupo creciente de desarrolladores y trabajadores cualificados.
  • Promoción de las iniciativas, universidades y redes de investigación en IA de Japón a la comunidad global en un esfuerzo por atraer proyectos de investigación en el extranjero a Japón.
  • La unificación de los formatos y estándares de datos en varias industrias mejorará la capacidad de desplegar big data en todas las empresas y entornos.
  • Un nuevo proceso de revisión regulatoria está facilitando a las empresas el lanzamiento de la experimentación y la introducción de la innovación en el mercado.
  • Los programas están creando nuevos estándares de privacidad de datos que podrían internacionalizarse.
  • Las nuevas herramientas están ayudando a las start-ups a encontrar financiación dentro y fuera de Japón.

Akaishi afirma que con estas iniciativas, Japón se convertirá en un país con una amplia alfabetización en IA. En lugar de temer las implicaciones de la automatización y los robots, dice, Japón ha creado un consejo político para identificar las implicaciones éticas y legales de la IA y crear nuevas políticas. Pero Akaishi cree que el país adoptará la IA como una nueva herramienta para crear el futuro. Los trabajadores tecnológicos japoneses no solo encontrarán nuevas oportunidades en su país, sino que también encontrarán más oportunidades de colaboración en el extranjero.

«Nos enfrentamos a un cambio fundamental en nuestro trabajo y nuestra sociedad y la IA tendrá un impacto tremendo», afirma Akaishi. «Tenemos la oportunidad de hacer grandes cambios».

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Nota: Todos los nombres japoneses de este artículo se dan en el orden tradicional japonés, con el apellido en primer lugar.

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