Cinco superestrellas para la salud del hígado
Cardo mariano
Según datos de SPINS, el cardo mariano es el ingrediente más vendido de los productos con declaraciones sobre la salud del hígado, representando el 71%, o 22,7 millones de dólares, de las ventas en una categoría valorada en 31.8 millones de dólares a través de múltiples canales minoristas en las 52 semanas que terminaron el 30 de diciembre de 2018.
Naturalmente, aparece en los cinco primeros resultados de productos para una búsqueda de «Suplementos para la salud del hígado» en Amazon.
Es uno de los ingredientes botánicos más estudiados en el área de la salud del hígado. Un metaanálisis publicado en la revista Medicine en 2017 por investigadores chinos analizó ocho ensayos clínicos y concluyó que la silimarina, el componente activo del cardo mariano vinculado a la salud del hígado, tenía una eficacia positiva en la reducción de los niveles de transaminasas en pacientes con NAFLD.
El ingrediente aparece en todo tipo de productos, desde suplementos de una sola hierba comercializados para apoyar la salud del hígado hasta chupitos botánicos comercializados como la pareja perfecta para una noche en la ciudad, como Thrive+ y Bibi Beverages.
Diente de león
Otro botánico destacado en el espacio de la salud del hígado es el diente de león. Según los datos de SPINS en el mismo periodo de tiempo, los productos de diente de león en la categoría de salud del hígado tuvieron 708.900 dólares en ventas, experimentando un aumento del 10% año tras año a través de múltiples canales de venta al por menor.
Al igual que el cardo mariano, aparece con frecuencia en las mezclas botánicas que llegan a los primeros resultados de búsqueda de Amazon para ‘Suplementos para la salud del hígado.
Una revisión de 2016 de los estudios que exploraron los efectos fisiológicos del diente de león entre las personas con diabetes de tipo 2, escrito por investigadores del Hospital Universitario de Aarhus en Dinamarca, argumentó que el extracto de diente de león «es capaz de reducir la acumulación de lípidos hepáticos mediante la activación de la fosforilación de AMP y AMPK, por lo tanto, la protección contra NAFLD y, finalmente, contra la esteatosis hepática (enfermedad del hígado graso).»