Daños por alimentación de pulgones en los cultivos de cereales
¿Cuál es la pérdida de rendimiento por daños directos por alimentación?
La alimentación de los áfidos puede causar daños directos, en ausencia del virus de la planta; el virus del enanismo amarillo de la cebada (BYDV), reduciendo los rendimientos hasta un 10% y reduciendo el tamaño de las semillas.
Las poblaciones dañinas pueden desarrollarse en cultivos potencialmente de alto rendimiento (2,5 toneladas por hectárea (t/ha) o más).
Los daños directos por alimentación se producen cuando las colonias de pulgones se desarrollan en los tallos, las hojas y las cabezas, desde la fase de plántula hasta el llenado de las cabezas.
El grado de daño depende especialmente del porcentaje de tallos infestados, del número de pulgones por tallo y de la duración de la infestación.
¿Cuáles son los síntomas del cultivo?
Puede no haber síntomas evidentes mientras los pulgones se alimentan y causan daños directos. Las plantas muy infestadas pueden volverse amarillas y estar cubiertas de una melaza azucarada producida por los pulgones y en la que pueden desarrollarse mohos negros de hollín.
Pueden producirse pérdidas de rendimiento y calidad mucho mayores cuando los cultivos también están infectados por el virus del enanismo amarillo. Consulte la sección «Véase también» para obtener más información sobre este virus.
Control biológico
Las avispas parasitarias, las mariquitas, las larvas de crisopa y las moscas voladoras pueden proporcionar un control biológico útil de los daños causados por la alimentación de los pulgones a bajas densidades de éstos.
Cuando los pulgones se encuentran en densidades de moderadas a altas, estos depredadores y parásitos suelen ser incapaces de controlar una población creciente, aunque dadas las condiciones adecuadas ciertos hongos pueden matar una gran proporción de la población en un corto período de tiempo.
Si los depredadores están presentes utilice insecticidas «suaves» como el pirimicarb que mata selectivamente a los pulgones y deja intactos a los depredadores.
¿Cuándo y cómo controlar los pulgones?
Para decidir si se rocían o no insecticidas para prevenir los daños causados por la alimentación de los áfidos, los cultivos deben controlarse desde el final del ahijamiento para detectar los áfidos de la avena en los tallos, en el envés de las hojas y en las espigas, y los áfidos del maíz en las puntas de crecimiento enrolladas.
Pasee por el cultivo en forma de «W», anotando el número de áfidos por ahijamiento a cada pocos pasos.
¿Cuál es el umbral?
La pulverización con un insecticida aprobado merece la pena si el 50% de los macollos del cereal tienen 15 pulgones o más.
Los cultivos pulverizados antes del estado de crecimiento 30 de Zadok (inicio de la elongación del tallo) deben volver a controlarse 3-4 semanas después de la pulverización, ya que los pulgones pueden volver a establecerse y acumularse de nuevo hasta los niveles del umbral.