Deficiencia familiar de apolipoproteína CII

En resumen

La deficiencia familiar de apolipoproteína CII es un trastorno autosómico recesivo muy raro (más raro que la deficiencia de LPL) en el que la apolipoproteína CII (apoC-II), un cofactor de la LPL, la eliminación de los quilomicrones de la sangre está muy deteriorada y los triglicéridos (TG) se acumulan en el plasma. Las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) también pueden estar elevadas.

Debido a que la deficiencia de apoC-II resulta en la deficiencia funcional de la LPL, tiene manifestaciones clínicas muy similares a la deficiencia primaria de LPL y se diagnostica en niños y adultos sobre la base de dolor abdominal recurrente, ataques de pancreatitis y/o detección de plasma lechoso en ayunas. Sin embargo, existen interesantes diferencias fenotípicas. El paciente homocigoto con deficiencia de apoC-II suele detectarse más tarde, entre los 13 y los 60 años de edad, aunque los síntomas pueden remontarse a la infancia. Los pacientes con deficiencia de apoC-II no suelen presentar xantomas ni hepatoesplenomegalia con tanta frecuencia como los que tienen deficiencia de LPL.

La aparición más tardía de los síntomas (y la mayor tolerancia a las grasas de la dieta) en la deficiencia de apoC-II podría deberse a un defecto menos grave en el aclaramiento de los quilomicrones y las VLDL, ya que podría existir cierta actividad residual de la LPL. Al igual que en el caso de la deficiencia de LPL, existen pocas pruebas de aterosclerosis en individuos con deficiencia de apoC-II.

¿Qué pruebas debo solicitar para confirmar mi diagnóstico clínico? Además, ¿qué pruebas de seguimiento podrían ser útiles?

El diagnóstico se basa en el análisis de la actividad de la LPL en el plasma posteparina. Una vez que se añade apoC-II al ensayo, la disminución de la actividad lipolítica posteparina se corrige a la normalidad. La deficiencia de apoC-II también puede verificarse mediante electroforesis en gel de las apolipoproteínas contenidas en las VLDL y los quilomicrones en geles 2D.

Resultados de la prueba indicativos del trastorno

Los pacientes homocigotos con deficiencia de apoC-II pueden tener niveles de TG plasmáticos en ayunas notablemente elevados que oscilan entre 500 y 10.000 mg/dl. La mayor parte de los TG están en forma de quilomicrones, pero hay un aumento de VLDL-TG. Los niveles de colesterol VLDL (VLDL-C) están por encima de lo normal, mientras que el LDL-C y el HDL-C son muy bajos, similares a los observados en la deficiencia de LPL. Los inmunoensayos pueden revelar niveles plasmáticos bajos de apoA-1, apoA-II y apoB y concentraciones elevadas de apoC-III y apoE en estos pacientes.

Los individuos heterocigotos para una mutación defectuosa de APOC2 tienen niveles plasmáticos normales.

¿Hay algún factor que pueda afectar a los resultados del laboratorio? En particular, ¿toma su paciente alguna medicación -fármacos de venta libre o hierbas- que pueda afectar a los resultados del laboratorio?

Las causas secundarias de la hipertrigliceridemia incluyen la diabetes, la ingesta de alcohol, el hipotiroidismo, la insuficiencia renal, los glucocorticoides o cualquiera de los diversos agentes farmacéuticos (por ejemplo, sertralina, betabloqueantes, ciertos agentes hipertensivos, terapia de estrógenos e inhibidores de la proteasa del VIH).

¿Qué resultados de laboratorio son absolutamente confirmatorios?

El diagnóstico definitivo de la deficiencia de apoC-II suele confirmarse mediante análisis genéticos en probandos y familiares. Se han asociado más de 10 defectos estructurales en el gen APOC2 con, en el estado homocigoto, la ausencia de apoC-II o la producción de apoC-II defectuosa.

Los heterocigotos tienen una reducción del 50% en los niveles de apoC-II pero niveles normales de lípidos.

¿Qué pruebas debo solicitar para confirmar mi diagnóstico clínico? Además, ¿qué pruebas de seguimiento pueden ser útiles?

La deficiencia familiar de apoC-II debe considerarse en pacientes con marcadas elevaciones de triglicéridos en ayunas sin causas secundarias conocidas de hipertrigliceridemia. El diagnóstico puede determinarse realizando un análisis de la actividad de la LPL en el plasma posteparina. Si la actividad de la LPL está disminuida, apunta a una deficiencia primaria de LPL o a una deficiencia de cofactor (apoC-II). La recuperación de la actividad de la LPL en el plasma tras la adición de apoC-II a la muestra apunta a una deficiencia de apoC-II.