Dentista de urgenciaLondres

El manejo del dolor en odontología es de suma importancia y puede mejorar los resultados clínicos. Pero también puede ser un reto. El trabajo en la estructura dental dura no suele provocar un dolor excesivo. Más bien, la causa principal del dolor suele ser una respuesta inflamatoria que activa los mediadores que producen dolor en los tejidos blandos. Así pues, la clave reside en saber si ya se han producido daños en la pulpa y los tejidos blandos, y si el tratamiento creará o no una mayor respuesta inflamatoria. Si es así, el dentista debe decidir qué analgésicos (alivio del dolor sin el uso de anestesia o pérdida de conciencia) administrar, ya sea antes o después de la operación, para aliviar el dolor. He aquí algunos analgésicos que el dentista podría recetar:

Ácido acetilsalicílico (Aspirina)

Es uno de los analgésicos más conocidos y utilizados en el mundo. De hecho, fue el primer antiinflamatorio no esteroideo (AINE) descubierto. Reduce la fiebre y actúa como antiinflamatorio. También reduce la coagulación, por lo que muchos médicos la recetan para ayudar a prevenir los accidentes cerebrovasculares y los ataques cardíacos. Por esta razón, la aspirina no es un buen analgésico si se le cae un diente (avulsión) o el dentista se lo extrae. La aspirina no se recomienda a los pacientes alérgicos a cualquier AINE, a los menores de 16 años o a los que tienen asma o hipertensión no controlada. Algunos efectos secundarios pueden incluir irritación estomacal, indigestión o náuseas.

Ibuprofeno o Ketoprofeno

Muchos consideran que es el mejor analgésico de venta libre para el dolor dental. Se trata de otro AINE que generalmente se tolera bien, y que sólo produce algunas molestias gastrointestinales a algunos pacientes. Además, el ibuprofeno se utiliza a menudo junto con el paracetamol, para aliviar el dolor más intenso y añadir el antiinflamatorio. Sin embargo, no debe utilizar ibuprofeno si es asmático y asegúrese de leer la etiqueta para conocer otras advertencias y contradicciones.

Acetaminofén o paracetamol

En general, los médicos recetan este analgésico para dolores de cabeza menores, dolores musculares, dolores de espalda, fiebres y dolores de muelas. En lugar de reducir la inflamación, estos analgésicos dificultan la transmisión del dolor bloqueando las señales nerviosas al cerebro. Se suele utilizar en pacientes alérgicos a los AINE y que no pueden tomar aspirina o ibuprofeno. Sin embargo, un uso excesivo de paracetamoles puede provocar daños en el hígado, especialmente cuando se combina con otros analgésicos. Por este motivo, no debe tomar paracetamol si padece una enfermedad hepática grave.

Naproxeno

El naproxeno es otro AINE que reduce la inflamación y, hasta cierto punto, ayuda a aliviar el dolor. Funciona reduciendo las hormonas que causan la inflamación en el cuerpo. Normalmente, los médicos recetan naproxeno para la hinchazón asociada a los dolores menstruales, la bursitis, la gota, la artritis, la tendinitis o la espondilitis anquilosante. También puede funcionar para el dolor dental, hasta cierto punto. Tenga en cuenta que si tiene antecedentes de reacciones alérgicas a la aspirina o a otros AINE, no debe usar naproxeno. Y no debe tomarlo en dosis más altas o durante más tiempo del prescrito, ya que puede aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular o ataque cardíaco.

Co-codamol

Es una mezcla de paracetamol y fosfato de codeína que los médicos prescriben para el alivio del dolor a corto plazo. Se presenta en diferentes concentraciones y funciona como el paracetamol. Reduce la producción de prostaglandinas (receptores del dolor en el cerebro) mientras que el fosfato de codeína imita la acción de las endorfinas producidas en la médula espinal y el cerebro para reducir el dolor. Algunos efectos secundarios comunes del co-codamol pueden ser estreñimiento, náuseas y vómitos, mareos y somnolencia. No debe tomar cocodamol si es alérgico a la codeína o al paracetamol, o si tiene depresión respiratoria, asma o insuficiencia hepática.

Diclofenaco

Los médicos suelen utilizar diclofenaco para tratar el dolor leve o moderado. Es otro AINE que reduce las sustancias que causan el dolor y la inflamación en el cuerpo y es más fuerte que el ibuprofeno. Los médicos suelen recetarlo para tratar los síntomas de la artritis, los dolores menstruales o las migrañas. Los efectos secundarios más comunes pueden ser indigestión, diarrea, dolor de cabeza, somnolencia, congestión nasal o aumento de la presión arterial. El diclofenaco también puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o un ataque al corazón y puede provocar una hemorragia estomacal o intestinal. Informe a su médico si tiene la presión arterial alta, enfermedades del corazón, antecedentes de úlceras o hemorragias de estómago, asma y enfermedades del hígado o del riñón.

Tramadol

Los médicos suelen recetar tramadol para el dolor moderado o intenso y es un analgésico similar a los narcóticos. Es un analgésico opioide que actúa sobre el sistema nervioso central (SNC) y actúa en el cerebro, cambiando la forma en que su cuerpo responde al dolor. No debes tomar este analgésico si tienes problemas respiratorios, asma grave u obstrucción en el estómago o los intestinos. Los efectos secundarios habituales pueden incluir dolor de cabeza, mareos, somnolencia, estreñimiento, náuseas, dolor de estómago, sensación de ansiedad o sudoración.

Opciones homeopáticas

Para el dolor leve también hay varias cosas que puede hacer para el alivio temporal. Algunas de las opciones más comunes incluyen compresas de hielo, aceite de clavo y un anestésico tópico. También puede enjuagarse la boca con agua salada y aplicar una bolsa de hielo. Esto reducirá la inflamación y aliviará el dolor hasta que un dentista pueda examinar el diente.

Ya sea que el dolor sea agudo y rápido, o un dolor sordo y persistente, el dolor dental es angustiante. Puede deberse a un traumatismo dental, llagas, dentina expuesta o caries, dientes rotos o agrietados, o una infección. Si el dolor es insoportable, lo primero que debe hacer es ponerse en contacto con su dentista y buscar tratamiento para la causa subyacente lo antes posible. El dentista puede entonces recetar estos medicamentos para el dolor, con o sin receta, para aliviarte. Al igual que con cualquier medicamento, debes usarlo exactamente como se indica o como lo prescribe tu médico. Y si muestra algún signo de reacción alérgica, como urticaria, hinchazón de la cara, los labios, la lengua o la garganta, o dificultad para respirar, busque ayuda médica de urgencia.