[Depresión anteparto: prevalencia, diagnóstico y tratamiento]
Introducción: La aparición de la depresión durante el embarazo es una situación frecuente que debe diferenciarse de la depresión posparto. Plantea muchos interrogantes sobre sus complicaciones y opciones terapéuticas.
Objetivos: Proporcionar una revisión sistemática de los datos disponibles sobre la prevalencia, los factores de riesgo y los resultados adversos de la depresión anteparto, así como sobre las herramientas de cribado y los tratamientos actualmente disponibles.
Métodos: Se buscaron estudios, revisiones y meta-análisis en las bases de datos Pubmed y Embase. Se excluyeron los artículos relacionados con la depresión posparto o centrados específicamente en el trastorno bipolar.
Epidemiología: La prevalencia se estima entre el 5 y el 15%. Los factores de riesgo, además de los de cualquier depresión, son una actitud ambivalente hacia el embarazo, los abortos previos y los embarazos con asistencia médica o complicados. Diagnóstico y cribado: Todavía no se ha diseñado ninguna herramienta específica para diagnosticar o cribar la depresión preparto, pero se han validado algunas escalas (EPDS, PRIME-MD PHQ). Resultados adversos: Para la madre, los resultados adversos son los de cualquier depresión, además de un mayor riesgo de complicaciones en el parto y de depresión posparto. Para el niño, existe un mayor riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer y posiblemente muerte súbita.
Tratamientos: – Los antidepresivos tricíclicos están ampliamente descritos como seguros durante el embarazo. Los ISRS presentan muchos datos tranquilizadores, aunque estudios recientes han suscitado preocupación por las malformaciones cardíacas y la hipertensión pulmonar persistente del recién nacido. La terapia electroconvulsiva sólo está indicada en los casos más graves, pero parece segura bajo medidas de seguridad específicas. La mayoría de las psicoterapias no han sido evaluadas específicamente durante el embarazo. Otros tratamientos (terapia de luz brillante, EMTr…) han mostrado algunos resultados prometedores pero no robustos.
Conclusión: La depresión anteparto es frecuente, y potencialmente grave si no se trata. Se justifica la validación de herramientas específicas de cribado. El tratamiento farmacológico no debe posponerse en los casos de depresión grave. En cuanto a las depresiones moderadas, parece razonable recurrir a los tratamientos no farmacológicos, principalmente a las psicoterapias, que por lo tanto deben ser estudiadas más a fondo.