Descubrimiento ‘asombroso’ de un simio
Los fósiles de un antiguo simio recientemente descubierto podrían dar pistas sobre cómo y cuándo evolucionó el caminar sobre dos piernas.
La capacidad de caminar erguido se considera una característica clave del ser humano.
El simio tenía brazos adecuados para colgarse de los árboles, pero piernas similares a las humanas.
Podría haber caminado por las ramas e incluso por el suelo hace unos 12 millones de años, retrasando la cronología de la marcha bípeda, dicen los investigadores.
Hasta ahora, las primeras pruebas fósiles de caminar erguido se remontan a hace seis millones de años.
Los cuatro fósiles -de un macho, dos hembras y un juvenil- fueron desenterrados en un pozo de arcilla en Baviera entre 2015 y 2018.
«Los hallazgos en el sur de Alemania son un hito en la paleoantropología, porque plantean preguntas fundamentales sobre nuestra comprensión previa de la evolución de los grandes simios y los seres humanos», dijo la profesora Madelaine Böhme, de la Universidad de Tubinga, Alemania.
Dijo que el simio podría ser el mejor modelo que tenemos para el «eslabón perdido» entre los humanos y los simios.
¿Qué nos dice el descubrimiento sobre cómo evolucionó la marcha bípeda?
Desde los tiempos de Charles Darwin, ha habido un intenso debate sobre cómo y cuándo nuestros primeros ancestros comenzaron a caminar sobre dos piernas.
¿Esta característica clave de los humanos surgió de un simio, muy parecido al orangután, que vivía en los árboles, o de un ancestro que caminaba con los nudillos, que pasaba la mayor parte del tiempo en el suelo, similar a un gorila?
La nueva investigación, publicada en la revista Nature, sugiere que nuestra postura erguida puede haberse originado en un ancestro común de los humanos y los grandes simios que vivía en Europa, y no en África, como se pensaba anteriormente.
Los fósiles de Danuvius guggenmosi, que vivió hace 11,62 millones de años, sugieren que estaba bien adaptado tanto a caminar erguido sobre dos piernas como a utilizar las cuatro extremidades mientras trepaba como un simio.
Estos hallazgos sugieren que la marcha bípeda evolucionó en los árboles hace más de 12 millones de años, dijeron los investigadores.
«Danuvius combina la bipedalidad dominada por las extremidades traseras de los humanos con la escalada dominada por las extremidades delanteras típica de los simios vivos», explicó el profesor David Begun, investigador de la Universidad de Toronto.
¿Cómo era el mono?
El macho tiene el esqueleto más completo, que se parece al de los bonobos actuales. Medía aproximadamente un metro de altura y pesaba unos 31 kg. Las hembras pesaban unos 18 kg, menos que cualquier gran simio vivo en la actualidad.
Gracias a los huesos de las extremidades, vértebras y huesos de los dedos de las manos y de los pies bien conservados, los investigadores pudieron reconstruir la forma en que se movía el animal.
«Por primera vez, pudimos investigar varias articulaciones funcionalmente importantes, incluyendo el codo, la cadera, la rodilla y el tobillo, en un solo esqueleto fósil de esta edad», dijo el profesor Böhme. «Fue sorprendente para nosotros darnos cuenta de la similitud de ciertos huesos con los humanos, a diferencia de los grandes simios»
La complexión, la postura y la locomoción del animal son únicas entre los primates. Entender cómo llegamos a caminar sobre dos pies promete responder a muchas de las preguntas fundamentales sobre la evolución de nuestra especie.
Caminar erguido fue un hito clave en la evolución humana, ya que abrió oportunidades para tocar, explorar y aprender a llevar y utilizar herramientas.