¿Desinteresado? Puede que tengas el síndrome amotivacional
Por: Jon Jaehnig
Actualizado el 05 de febrero de 2021
Revisado médicamente por: Erika Schad, LCP, CWLC
¿Te sientes desvinculado de la tarea que tienes entre manos, o simplemente indiferente a las cosas que antes te apasionaban? ¿Las emociones como el entusiasmo, la motivación o la preocupación no son tan fuertes como antes? Si no tiene el mismo entusiasmo por la vida o la misma motivación que antes, hay varias razones posibles. Una razón que se cita a menudo es el «síndrome amotivacional», una condición en la que la personalidad se ve alterada por efectos que van desde la apatía hasta el deterioro del juicio; sin embargo, existe una importante controversia en torno a la validez del síndrome amotivacional. Discutiremos esta cuestión más adelante en el artículo.
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Síndrome amotivacional
«Amotivacional» es lo contrario de «motivacional». Las personas que luchan con el síndrome amotivacional tienen problemas para encontrar un sentido a sus vidas y a sus acciones. Como resultado, pueden tener dificultades para mantener sus responsabilidades y relaciones. La falta de motivación es uno de los principales síntomas de la depresión. Sin embargo, las personas con síndrome amotivacional carecen de muchos de los otros síntomas que indicarían una depresión. Al igual que la depresión, los expertos están divididos en cuanto a las causas del síndrome amotivacional.
Si usted o un ser querido sufre el síndrome amotivacional, puede ser difícil encontrar ayuda debido a la naturaleza de la condición y a su estado incomprendido. Tener una mejor comprensión de la condición puede ayudarle a encontrar un camino para superarla.
Síntomas del síndrome amotivacional
Para muchos, los sentimientos experimentados por el síndrome amotivacional se parecen mucho a la depresión. Se desarrolla una sensación de que no hay razón para vivir o esforzarse por conseguir logros, ya que el placer y la alegría están bloqueados. De hecho, las similitudes entre la depresión y el síndrome amotivacional son tan parecidas, que algunos creen que el síndrome amotivacional es simplemente una progresión de una depresión preexistente que no se había manifestado del todo.
Muchos también informan de luchas con la incapacidad de planificar a largo plazo, la incapacidad de concentrarse, la angustia emocional, el letargo, la frustración y la pérdida de memoria. Algunos incluso experimentan una regresión a las tendencias infantiles, a menudo volviéndose también más introvertidos. Uno de los principales problemas de comportamiento que surgen es la apatía, en la que la persona que experimenta el síndrome amotivacional ya no se preocupa por los temas que antes eran emocionantes.
La razón principal de estos síntomas es que el síndrome amotivacional afecta a la corteza frontal del cerebro, que se sabe que gestiona la toma de decisiones y muchas de las otras funciones que ayudan a la motivación.
Causas del síndrome amotivacional
Hay una serie de fuentes potenciales del síndrome amotivacional. Algunos lo relacionan directamente con el consumo de drogas recreativas, aunque esta teoría ha sido discutida. Otros lo relacionan con los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).
Estos fármacos, como los populares Prozac o Zoloft, se utilizan para tratar la depresión clínica y se ha dicho que provocan efectos desmotivadores. Estos fármacos actúan impidiendo que el cuerpo elimine una sustancia química para sentirse bien antes de que los receptores tengan la oportunidad de utilizarla. La teoría es que esto permitirá a los receptores de funcionamiento limitado utilizar la serotonina sin aumentar los niveles reales de serotonina, lo que podría dañar aún más los receptores. Sin embargo, la química del cerebro es muy complicada, y se sabe que estos fármacos afectan a las personas de forma diferente.
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Los ISRS, el síndrome amotivacional y nuestro sistema de recompensa
Para entender la relación entre el síndrome amotivacional y los ISRS, hay que comprender el sistema de recompensa del cerebro. Este es un sistema que evolucionó en nuestros antiguos ancestros para ayudarles a reconocer y repetir comportamientos que eran buenos para ellos. Implica sustancias químicas en el cerebro que nos hacen sentir bien. Estas sustancias químicas se liberan cuando hacemos cosas como el ejercicio y comemos ciertos alimentos. Las sustancias químicas se liberan en el cerebro y son captadas por los receptores.
El problema es que algunos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina pueden imitar estas sustancias químicas que nos hacen sentir bien. Por lo tanto, el uso de estos fármacos durante un corto periodo de tiempo puede hacer que te sientas bien, pero también puede hacer que los receptores se desgasten o se dañen. Esto significa que no funcionan tan bien, y puede ser difícil sentirse bien cuando se hacen otras cosas, o cuando se usa la droga en cuestión.
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Investigación sobre el síndrome amotivacional
La mayoría de las investigaciones sobre el síndrome amotivacional han utilizado informes de observación o historias de casos. Aunque suelen ser valiosos, normalmente no ofrecen los resultados más exhaustivos, lo que hace que otros expertos en la materia vean los datos con escepticismo. Uno de los mayores problemas es la falta de capacidad para calibrar la apatía o síntomas similares del síndrome.
Estos estudios no han podido demostrar que el síndrome exista definitivamente, pero sí muestran que el rendimiento en el trabajo o en la escuela suele disminuir con el síndrome amotivacional. También se ha comprobado que se correlaciona con calificaciones más bajas y con un mayor abandono escolar. Sin embargo, puede haber otras circunstancias entrelazadas con estas estadísticas, como la depresión preexistente, la falta de ambición, la pobreza, la situación socioeconómica y otros problemas de salud mental que pueden llevar a las personas a desarrollar el síndrome amotivacional. Por lo tanto, la causalidad sobre el tema es muy incierta dados los datos actuales.
Controversia
Aunque muchos creen que los ISRS ciertamente causan el síndrome amotivacional, serán necesarios más estudios para actuar como evidencia definitiva. Además de la falta de datos, muchos creen que es poco probable que los ISRS sean una causa del síndrome amotivacional debido a la poca cantidad de personas que desarrollan la condición en relación con la cantidad de personas que usan los medicamentos. Muchos creen que el síndrome amotivacional no existe, sino que es simplemente un diagnóstico erróneo de depresión (o, potencialmente, una progresión de sus síntomas) o una intoxicación crónica. Se ha cuestionado tanto desde el punto de vista farmacológico como conductual.
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Otros expertos están de acuerdo, afirmando que las pruebas simplemente no son lo suficientemente fuertes como para asumir la causalidad. Una vez más, serán necesarias más investigaciones para responder a estas preguntas de forma concluyente.
Tratamiento
En la actualidad, el trastorno amotivacional se trata de forma similar al tratamiento de la depresión. A menudo se recomienda al individuo diferentes fármacos de prescripción conocidos como inhibidores de la recaptación de serotonina-norepinefrina (IRSN) y/o terapia de conversación. El médico puede recomendar que se reduzca la dosis de ISRS para disminuir los síntomas.
Existen cada vez más pruebas que demuestran que la terapia en línea es eficaz para tratar los síntomas relacionados con la depresión o los problemas de motivación. En un estudio sobre la eficacia de la terapia en línea en el manejo de los síntomas de la depresión -que puede ser similar al síndrome amotivacional- los participantes informaron de que se sentían activamente comprometidos con el tratamiento, y como si quisieran seguir tomando medidas para mejorar gradualmente sus vidas. Se comprobó que la naturaleza interactiva de la terapia basada en Internet disminuía los síntomas de la depresión y aumentaba la satisfacción con la vida de los participantes.
Como se ha comentado anteriormente, las plataformas de terapia basada en Internet pueden proporcionarle los recursos necesarios para gestionar los problemas relacionados con el síndrome amotivacional. Si la idea de conducir a una oficina y sentarse en una sala de espera para reunirse cara a cara suena desalentador, la terapia en línea a través de BetterHelp es una opción fácil de usar. Puede acceder a los recursos y a las sesiones de asesoramiento desde la comodidad de su casa, y comunicarse con su terapeuta a través de texto, chat en vivo, videoconferencia o llamada telefónica. Además, con costes de afiliación a partir de 60$/semana, la terapia online a través de BetterHelp es a menudo más barata que la terapia tradicional. Miles de terapeutas licenciados están listos para ayudarte con el síndrome amotivacional, para que puedas seguir avanzando en la vida. Considere las siguientes opiniones de usuarios reales de BetterHelp.
Opiniones de consejeros
«Stephanie ha sido mi consejera durante seis meses y puedo decir que ha sido definitivamente una gran ayuda para sacarme del abismo y ayudarme en la batalla con mi depresión. Ella no da demasiado y nunca quita demasiado. Siempre está escuchando, cuestionando y respondiendo. Eso me ayuda a pensar más y a entender lo que tengo que hacer para ser la mejor persona que quiero ser. Stephanie ha sido una gran ayuda para eso y si pudiera enviaría a todos mis amigos directamente a ella para su propia terapia. Porque siempre traigo a colación lo estupenda que es en cada conversación social sobre la terapia que puedo conseguir.»
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Moviendo hacia adelante
Si usted o alguien de su entorno empieza a sufrir cambios de personalidad, desinteresándose por lo que antes le producía alegría, es importante acudir a un experto en salud mental. Ellos podrán analizar si usted puede tener el síndrome amotivacional, y pueden diagnosticar el problema, ya que puede tratarse de una depresión, un trastorno bipolar o una serie de otras afecciones. Pase lo que pase, puedes avanzar hacia una vida plena: todo lo que necesitas son las herramientas adecuadas.