Dolor torácico: Una de las causas más comúnmente mal diagnosticadas y tratadas

El dolor torácico, especialmente el agudo (es decir, el de «nueva aparición») o el severo, con frecuencia hace que se busque una enfermedad cardíaca. Sin embargo, cuando no se encuentran problemas cardíacos o pulmonares, el tratamiento suele consistir en ignorar el problema y esperar que desaparezca. Si dura lo suficiente como para convertirse en un dolor crónico, es decir, si está presente de forma constante y dura de 6 a 12 semanas, el paciente suele empezar a tomar analgésicos o tratamientos que van desde los más suaves, como el ibuprofeno o la quiropráctica, hasta los más importantes, como los analgésicos narcóticos, las inyecciones o los bloqueos nerviosos.

Características del dolor cardíaco: Suele ser (aunque no siempre) una presión aplastante y profunda asociada a la falta de aire, náuseas y/o sudoración profusa. Puede irradiarse al cuello, a la espalda o a cualquiera de los brazos. A veces se presenta con un dolor similar a la acidez de estómago. Tocar o empujar el pecho no suele tener un efecto significativo sobre la intensidad o el carácter del dolor. Cuando se pide a una persona que muestre dónde está el dolor, a menudo abrirá la mano y colocará toda la mano sobre una zona, lo que indica que el dolor es difuso y no está especialmente bien localizado.

Características del dolor costal: A menudo agudo. No suele estar asociado a otros síntomas. Al indicar dónde está el dolor, el paciente suele hacerlo señalando el punto con un dedo, lo que indica que el dolor está bien localizado y no es difuso. El dolor suele estar en la parte delantera del pecho, cerca del esternón o en la espalda, a una distancia de entre uno y tres centímetros de la columna vertebral. Tocar la pared torácica suele agravar o aliviar el dolor. Cuando el paciente mueve los brazos o cambia de posición, el dolor puede agravarse o aliviarse. Inhalar profundamente o exhalar muy completamente suele agravar el dolor.

Entender la causa del dolor: Las costillas se mueven hacia arriba y hacia abajo con la inspiración y la espiración. A veces, debido a una ligera dislocación de la costilla o debido a que la costilla «se atasca», la costilla deja de moverse en concierto con el resto de la caja torácica. En otras palabras, la costilla se queda abajo cuando el resto de las costillas suben durante la inhalación o la costilla se queda arriba cuando el resto de las costillas bajan durante la exhalación. El dolor puede ser muy intenso y puede hacer que la persona sólo respire superficialmente debido al aumento del dolor con la respiración profunda o la exhalación completa.

Tratamiento: No se necesitan medicamentos y ninguna cantidad de tratamiento de alta tecnología o fisioterapia ayudará necesariamente. Sin embargo, el problema suele corregirse fácilmente mediante técnicas manuales, como la manipulación osteopática, dirigidas a la costilla y sus anclajes. Las técnicas de manipulación empleadas correctamente tienden a ayudar a liberar las fijaciones de la costilla, permitiendo que la costilla se mueva con normalidad y se reincorpore al movimiento inspiratorio/expiratorio normal de la caja torácica en su conjunto.

Dolor resuelto.

Nota: El dolor torácico tiene muchas más causas potenciales, algunas de las cuales pueden presentar síntomas bastante similares a los del dolor de costillas/pared torácica, muchos de los cuales son letales si no se diagnostican y tratan adecuadamente lo antes posible. Cuando se presenta un dolor torácico importante, siempre se debe consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y no realizar un autodiagnóstico o un tratamiento.

El Dr. Cohn trabaja en la Born Preventive Health Clinic de Grand Rapids, Michigan, donde se dedica a tratar el dolor agudo/crónico y las lesiones mediante la manipulación osteopática y la proloterapia. El Dr. Cohn escribe regularmente en su blog sobre cuestiones médicas y otros temas de interés global y personal.