El infame apodo que Al Capone odiaba

Capone adquirió el recuerdo facial en 1917, cuando tenía unos 18 años. Trabajaba como portero y camarero en un club nocturno de Brooklyn, el Harvard Inn, y cometió el error de insultar a una mujer en presencia de su hermano. El hermano decidió defender el honor de su hermana acuchillando a Capone no una, ni dos, sino tres veces en el lado izquierdo de la cara. Las heridas se curaron, pero dejaron cicatrices indelebles en Capone, tanto físicas como emocionales. Una vez que se trasladó a Chicago y adquirió importancia en esos círculos criminales, los periodistas empezaron a referirse a él como «Caracortada», algo que él odiaba. Intentó ocultar las cicatrices cuando le fotografiaban, e incluso ideó una explicación creativa: Trató de convencer a la gente de que las cicatrices eran heridas de guerra, a pesar de que Capone nunca sirvió en el ejército en ninguna capacidad. A los 35 años estaba encarcelado en Alcatraz. Según el sitio web del FBI.gov, después de cumplir siete años y medio, y de pagar todas sus multas e impuestos atrasados, Capone fue liberado, con cicatrices y todo, aunque murió de una larga infección de sífilis. Una neumonía y una apoplejía acabaron con Scarface – er, Snorky – en 1947.