Enfermedades inflamatorias de los huesos y las articulaciones

Las enfermedades inflamatorias de los huesos y las articulaciones abarcan las infecciones y las consecuencias de la enfermedad local y sistémica mediada inmunológicamente. Las infecciones afectan a los huesos (osteomielitis) y a las articulaciones (artritis séptica) tanto por separado como en conjunto y dan lugar a necrosis con características inflamatorias determinadas por la duración de la infección. En muchos casos, el organismo infectante, ya sea bacteriano, fúngico o micobacteriano, está presente en el lugar infectado, pero en ocasiones ya no es identificable localmente a pesar de la persistencia de los fenómenos relacionados con la infección. Las infecciones granulomatosas en los huesos y las articulaciones deben distinguirse de la sarcoidosis. El diagnóstico de las enfermedades inflamatorias mediadas inmunológicamente, como la AR, depende tanto de las características clínicas como de las histológicas, con algunos hallazgos que pueden apuntar a una u otra en casos ambiguos. Cualquier debate sobre las artropatías inflamatorias debería mencionar al menos la osteoartritis, aunque sólo sea para compararla con las enfermedades inflamatorias tradicionalmente consideradas. Sin embargo, ha aumentado el interés por el posible papel que puede desempeñar la inflamación sinovial en la patogénesis de esta artritis tan común. En última instancia, el diagnóstico de las enfermedades inflamatorias de los huesos y las articulaciones requiere la síntesis de información procedente de muchas fuentes: clínica, serológica, microbiológica, radiográfica y patológica.