Enfermedades y afecciones oculares

La blefaritis es una inflamación de los párpados y se presenta en dos formas, anterior (parte exterior del párpado) y posterior (párpado interior). Ambos tipos de blefaritis pueden causar una sensación de ardor o de cuerpo extraño, lagrimeo excesivo, picor, sensibilidad a la luz, párpados rojos e hinchados, enrojecimiento del ojo, visión borrosa, lágrimas espumosas, ojo seco, descamación en la base de las pestañas o formación de costras en las pestañas al despertarse. Las causas más comunes de la blefaritis anterior son las bacterias (estafilococos) y la caspa del cuero cabelludo, mientras que las formas posteriores están causadas por problemas con las glándulas sebáceas del párpado. El tratamiento de ambas formas consiste en mantener los párpados limpios y sin costras. Deben aplicarse compresas calientes para aflojar las costras, seguidas de un ligero fregado con un bastoncillo de algodón y una mezcla de agua y champú para bebés. Dado que la blefaritis rara vez desaparece por completo, la mayoría de los pacientes deben mantener una rutina de higiene de los párpados de por vida. Si la blefaritis es grave, el oftalmólogo puede recetar también antibióticos o colirios con esteroides.