Examen de rayos X: Antebrazo

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Qué es

La radiografía del antebrazo es una prueba segura e indolora que utiliza una pequeña cantidad de radiación para tomar una imagen del antebrazo de una persona (incluyendo la muñeca, el radio, el cúbito y el codo). Durante el examen, una máquina de rayos X envía un haz de radiación a través del brazo y se registra una imagen en un ordenador o en una película especial de rayos X. Esta imagen muestra los tejidos blandos y los huesos del antebrazo.

La imagen de rayos X es en blanco y negro. Las estructuras densas que bloquean el paso del haz de rayos X a través del cuerpo, como los huesos, aparecen en blanco en la imagen de rayos X. Los tejidos corporales más blandos, como los músculos, permiten que los haces de rayos X los atraviesen y aparecen más oscuros.

Las radiografías las realiza un técnico de rayos X en el departamento de radiología de un hospital, un centro de radiología o el consultorio de un proveedor de atención médica. Por lo general, se toman dos imágenes del antebrazo: una desde el frente (vista anteroposterior o AP) y otra desde el lado (vista lateral).

Por qué se hace

Una radiografía del antebrazo puede ayudar a encontrar las causas de los signos y síntomas comunes como el dolor, la sensibilidad, la hinchazón o la deformidad del antebrazo. Puede detectar huesos rotos y, después de que se haya colocado un hueso roto, puede ayudar a determinar si los huesos están en la alineación adecuada y si la rotura se ha curado correctamente.

Si se requiere una cirugía del antebrazo, se puede tomar una radiografía para planificar la cirugía y para evaluar los resultados de la operación. Además, una radiografía puede ayudar a detectar etapas posteriores de infección, así como quistes, tumores u otras enfermedades en los huesos del antebrazo.

Preparación

Una radiografía del antebrazo no requiere ninguna preparación especial. Es posible que le pidan a su hija que se quite algo de ropa, joyas o cualquier objeto metálico que pueda interferir con la imagen de la radiografía.

Los bebés en desarrollo son más sensibles a la radiación y corren más riesgo de sufrir daños, por lo que si su hija está embarazada, comuníqueselo a su médico y al técnico de rayos X.

Procedimiento

Se trata de un procedimiento rápido. Aunque puede durar unos 15 minutos, la exposición real a la radiación es de sólo unos segundos.

Se le pedirá a su hijo que entre en una sala especial que probablemente contenga una mesa y una gran máquina de rayos X colgada del techo o de la pared. Por lo general, los padres pueden acompañar a su hijo para tranquilizarlo y apoyarlo. Si se queda en la sala mientras se realiza la radiografía, se le pedirá que lleve un delantal de plomo para proteger ciertas partes de su cuerpo de la radiación.

Si su hijo está en el hospital y no se puede llevar fácilmente al departamento de radiología, se puede llevar una máquina de rayos X portátil a la cabecera. Los rayos X portátiles se utilizan a veces en los servicios de urgencias, en las unidades de cuidados intensivos (UCI) y en los quirófanos.

El técnico sentará a su hijo, colocará el antebrazo en la mesa y, a continuación, se situará detrás de una pared o en una sala contigua para manejar la máquina. Suelen hacerse dos radiografías (de frente y de lado), por lo que el técnico volverá a colocar el brazo para cada radiografía.

Ilustración de la radiografía del antebrazo

Se pedirá a los niños mayores que se queden quietos durante un par de segundos mientras se hace la radiografía; los bebés pueden necesitar una sujeción suave. Es importante mantener el brazo quieto para evitar que la imagen de la radiografía se vea borrosa.

Qué esperar

Su hijo no sentirá nada mientras le hacen la radiografía. La sala de rayos X puede sentirse fresca debido al aire acondicionado que se utiliza para mantener el equipo.

Las posiciones requeridas para la radiografía pueden resultar incómodas, pero sólo deben mantenerse durante unos segundos. Si su hijo está lesionado y no puede permanecer en la posición requerida, el técnico podría encontrar otra posición que sea más fácil para su hijo. Los bebés suelen llorar en la sala de rayos X, especialmente si están sujetos, pero esto no interferirá con el procedimiento.

Si se queda en la sala mientras se realiza la radiografía, se le pedirá que lleve un delantal de plomo para proteger ciertas partes de su cuerpo. Los órganos reproductores de su hijo también se protegerán con un escudo de plomo.

Después de tomar las radiografías, se les pedirá a usted y a su hijo que esperen unos minutos mientras se procesan las imágenes. Si están borrosas, es posible que haya que volver a hacer las radiografías.

Obtención de los resultados

Las radiografías serán examinadas por un radiólogo (un médico especialmente capacitado para leer e interpretar las imágenes de rayos X). El radiólogo enviará un informe a su médico, que analizará los resultados con usted y le explicará su significado.

En caso de emergencia, los resultados de una radiografía pueden estar disponibles rápidamente para que los revise un médico. De lo contrario, suelen estar listos en 1 ó 2 días. En la mayoría de los casos, los resultados no pueden entregarse directamente al paciente o a la familia en el momento de la prueba.

Riesgos

En general, las radiografías son muy seguras. Aunque cualquier exposición a la radiación supone algún riesgo para el organismo, la cantidad utilizada en una radiografía de antebrazo es pequeña y no se considera peligrosa. Es importante saber que los radiólogos utilizan la mínima cantidad de radiación necesaria para obtener los mejores resultados.

Los bebés en desarrollo son más sensibles a la radiación y corren más riesgo de sufrir daños, por lo que si su hija está embarazada, comuníqueselo a su médico y al técnico de rayos X.

Ayudar a su hijo

Puede ayudar a su hijo a prepararse para una radiografía de antebrazo explicándole la prueba en términos sencillos antes del procedimiento. Puede ser útil explicarle que hacerse una radiografía es como posar para una foto.

Puede describir la sala y el equipo que se utilizará, y tranquilizar a su hijo diciéndole que usted estará allí para apoyarle. En el caso de los niños mayores, asegúrese de explicarles la importancia de permanecer quietos mientras se realiza la radiografía para no tener que repetirla.

Si tiene dudas

Si tiene preguntas sobre por qué es necesaria la radiografía de antebrazo, hable con su médico. También puede hablar con el técnico de rayos X antes del procedimiento.

Revisado por: Yamini Durani, MD