Fármacos antifibrinolíticos para la lesión traumática aguda

Antecedentes: La hemorragia incontrolada es una causa importante de muerte en las víctimas de traumatismos. Se ha demostrado que el tratamiento antifibrinolítico reduce la pérdida de sangre tras una cirugía y también puede ser eficaz para reducir la pérdida de sangre tras un traumatismo.

Objetivos: Cuantificar los efectos de los fármacos antifibrinolíticos sobre la mortalidad, los eventos oclusivos vasculares, la intervención quirúrgica y la recepción de transfusiones de sangre tras una lesión traumática aguda.

Métodos de búsqueda: Se realizaron búsquedas en PubMed, Science Citation Index, National Research Register, Zetoc, SIGLE, Global Health, LILACS y Current Controlled Trials hasta marzo de 2004 y en el registro especializado del Grupo Cochrane de Lesiones, CENTRAL, MEDLINE y EMBASE hasta julio de 2010.

Criterios de selección: Se incluyeron todos los ensayos controlados aleatorios de agentes antifibrinolíticos (aprotinina, ácido tranexámico y ácido épsilon-aminocaproico) después de una lesión traumática aguda.

Recogida y análisis de datos: Los títulos y resúmenes identificados en las búsquedas electrónicas fueron examinados por dos autores independientes para identificar los estudios que tenían la posibilidad de cumplir con los criterios de inclusión. Se obtuvieron los informes completos de todos esos estudios. A partir de los resultados de las búsquedas electrónicas cribadas, las búsquedas bibliográficas y los contactos con expertos, dos autores seleccionaron de forma independiente los ensayos que cumplían los criterios de inclusión.

Resultados principales: Cuatro ensayos cumplieron los criterios de inclusión, incluyendo 20.548 pacientes aleatorizados. Dos ensayos con un total combinado de 20.451 pacientes evaluaron los efectos del TXA sobre la mortalidad; el TXA redujo el riesgo de muerte en un 10% (RR=0,90; IC del 95%: 0,85 a 0,97; P=0,0035). Los datos de un ensayo que incluyó a 20.211 pacientes encontraron que el TXA redujo el riesgo de muerte por hemorragia en un 15% (RR=0,85; IC del 95%: 0,76 a 0,96; P=0,0077). Hubo pruebas de que el tratamiento temprano (≤ 3 horas) fue más eficaz que el tratamiento tardío (>3 horas). No hubo pruebas de que el TXA aumentara el riesgo de eventos oclusivos vasculares o la necesidad de una intervención quirúrgica. No hubo diferencias sustanciales en la recepción de transfusiones de sangre entre los grupos de TXA y de placebo. Los dos ensayos de aprotinina no proporcionaron datos fiables.

Conclusiones de los autores: El ácido tranexámico reduce de forma segura la mortalidad en pacientes traumatizados con hemorragias sin aumentar el riesgo de eventos adversos. El TXA debe administrarse lo antes posible y dentro de las tres horas siguientes a la lesión, ya que es poco probable que el tratamiento posterior sea eficaz. Se necesitan más ensayos para determinar los efectos del TXA en pacientes con lesión cerebral traumática aislada.