Fístula aortoesofágica: revisión de las tendencias en la última década
Se revisaron los artículos sobre fístula aortoesofágica (FEA) publicados entre enero de 2009 y diciembre de 2018. La enfermedad aórtica postoperatoria fue la causa más común de FEA, seguida por el aneurisma aórtico primario, la ingestión de hueso y el cáncer torácico. La reparación aórtica endovascular torácica (TEVAR) fue la terapia inicial más común para la enfermedad aórtica primaria, en lugar de la sustitución del injerto. La FEA secundaria se desarrolló entre 1 y 268 meses, y entre 1 y 11 meses después del tratamiento inicial para la enfermedad aórtica y el cáncer torácico, respectivamente. La TEVAR tendió a ser preferida sobre la cirugía para las lesiones aórticas debido a su mínima invasividad y a la hemostasia certificada. Por el contrario, se prefirió la esofagectomía para las lesiones esofágicas a fin de eliminar el foco infeccioso. Por lo general, se adoptó una combinación de cirugía para la aorta (TEVAR, sustitución de injertos o reparación) y el esófago (esofagectomía, stent esofágico o reparación). Cada sustitución de injerto o esofagectomía se asoció a un pronóstico favorable para la cirugía aórtica o esofágica, y la combinación de sustitución de injerto y esofagectomía generalmente mejoró notablemente el pronóstico. Se administró terapia antibiótica a 65 pacientes, de los cuales 20 recibieron múltiples antibióticos con efectos potentes y el tipo de antibiótico se describió como de amplio espectro en 29 pacientes. Meropenem, vancomicina y fluconazol fueron los antibióticos más utilizados para prevenir la infección del injerto o del stent. En conclusión, el reemplazo del injerto y la esofagectomía pueden lograr un pronóstico favorable para los pacientes con FEA, pero podría ser necesaria una terapia antibiótica fuerte y de amplio espectro para prevenir la sepsis después de la cirugía.