Fobia a los objetos afilados o puntiagudos – Aichmophobia
Hay una larga lista de fobias o miedos, muchos de ellos con nombres griegos impronunciables. Uno de ellos es el miedo a los objetos afilados o puntiagudos, conocido como Aichmofobia. La palabra deriva del griego ‘aichmiros’, que significa afilado, y ‘phobos’, que significa aversión extrema o miedo profundamente arraigado.
La mayoría de nosotros tememos los cuchillos, las agujas y los objetos afilados. Es lógico que así sea; nadie quiere cortarse un dedo mientras corta la ensalada o apuñalarse el dedo del pie con un cuchillo que se cae. Sin embargo, para el aicmofóbico puede existir un miedo constante a destriparse con un cuchillo. Lo irónico es que, en muchos casos, el fóbico ni siquiera se ha herido o apuñalado nunca. Algunos fóbicos tienen incluso miedo a los dedos puntiagudos, a los extremos afilados del paraguas, a los bordes puntiagudos de los muebles o a los materiales de construcción afilados. Este miedo tan arraigado puede repercutir a veces en su vida cotidiana.
Estudiemos las causas de esta fobia, sus síntomas y las opciones de tratamiento.
Causas de la icmofobia
En muchos casos, el icmofóbico teme los objetos punzantes porque está fascinado, aterrorizado y además desconfía de su propio poder para resistir su filo. Se sabe que algunos presos y reclusos desarrollan esta fobia impulsados por una larga inactividad sexual; muchos llegan a mutilar sus propios órganos genitales con trozos de vidrio o alambres.
El miedo profundo o la fobia también están vinculados a las áreas de la amígdala y el hipotálamo del cerebro. En un fóbico, estas áreas se activan y parecen controlar la primera respuesta a una situación de miedo. Sustancias químicas como la hormona del estrés y el cortisol se liberan en el torrente sanguíneo, lo que conduce a un ataque de pánico total.
Hay otros factores que también pueden conducir a la Aichmofobia:
- Incidente traumático en el que la persona, de niño, puede haber visto a alguien ser apuñalado o herido por un objeto afilado.
- Respuesta aprendida- los adultos/padres/hermanos mayores que rodean al niño pueden ser más cautelosos a la hora de ser apuñalados o cortados.
- Genética- Algunas personas son propensas a la ansiedad debido a factores hereditarios.
- La respuesta a un ataque de pánico hace que el fóbico se avergüence, lo que lleva a un círculo vicioso de miedo, vergüenza, más miedo y así sucesivamente.
- El estrés a largo plazo, la ansiedad y la depresión son otras causas de la Aichmofobia.
Síntomas del miedo a los objetos punzantes
- Síntomas físicos como sensación de desmayo, mareo, sensación de ahogo, palpitaciones, opresión en el pecho, sudoración, hormigueo, entumecimiento, náuseas, vómitos, sofocos, etc.
- Los síntomas psicológicos incluyen el miedo a desmayarse, a perder el control, a morir, etc.
Los fóbicos empiezan a vivir su vida evitando los objetos afilados. No guardan lápices, cuchillos o agujas en casa. Algunos llegan incluso a cerrar los ojos cuando pasan por la sección de cubiertos de los supermercados. Muchos piden a los camareros que no coloquen tenedores ni cuchillos cerca de sus platos en los restaurantes. Desde luego, no los encontrará llevando navajas para protegerse.
Opciones de tratamiento para la Aichmofobia
Autoayuda
- Lee todo lo que pueda sobre las fobias. Hacerlo puede ayudarle a racionalizar el miedo.
- Lleve un diario en el que documente sus pensamientos y ansiedades.
- Utilice técnicas de relajación para controlar el pánico y la ansiedad. Esto incluye la meditación, la respiración profunda y las afirmaciones positivas, así como las técnicas de visualización.
Únase a grupos de apoyo
Muchos están disponibles en línea y fuera de ella. Los grupos de apoyo te permiten compartir tus experiencias mientras escuchas las de otros. Puede ser muy reconfortante saber que no estás solo. Otras personas también pueden ayudarle a encontrar técnicas de afrontamiento que le ayuden a controlar sus ataques de ansiedad.
Tratamiento médico
Si su Aichmofobia es extrema e interfiere en su vida diaria, o le lleva a evitar ciertos lugares o situaciones, entonces debe buscar ayuda médica. Hable con su médico de cabecera, que puede remitirle a un terapeuta o, si es necesario, medicarle. El asesoramiento y la psicoterapia implican una terapia de conversación que se sabe que ha ayudado a muchos fóbicos.
Terapia cognitiva conductual
La terapia cognitiva conductual también puede ayudar a las personas que tienen un miedo extremo a los objetos afilados o puntiagudos. Este tratamiento pretende identificar las conexiones entre los pensamientos, los sentimientos y el comportamiento. También ayuda a los fóbicos a desarrollar habilidades prácticas para controlar los ataques de pánico cuando se enfrentan a objetos afilados.
Hipnoterapia
Muchas personas con fobias específicas o complejas han encontrado la hipnoterapia muy útil para aliviar los síntomas de ansiedad. Llega a la raíz del problema y ayuda al fóbico a deshacerse del miedo de forma permanente.
Como último recurso, también se pueden tomar medicamentos para tratar los síntomas graves de ansiedad.