Fracturas de tobillo

La articulación del tobillo está compuesta por tres huesos: la tibia, el peroné y el astrágalo que se articulan entre sí. Los extremos del peroné y la tibia (huesos de la parte inferior de la pierna) forman los maléolos interno y externo, que son las protuberancias óseas de la articulación del tobillo que se pueden palpar y ver a ambos lados del tobillo. La articulación está protegida por una membrana fibrosa llamada cápsula articular, y está llena de líquido sinovial para permitir un movimiento suave.

Las lesiones de tobillo son muy comunes en los atletas y en las personas que realizan trabajos físicos, y a menudo provocan un dolor intenso y una movilidad reducida. El dolor tras las lesiones de tobillo puede deberse a la rotura de un ligamento, lo que se denomina esguince de tobillo, o a la rotura de un hueso, lo que se denomina fractura de tobillo. La fractura de tobillo es una condición dolorosa en la que hay una rotura en uno o más huesos que forman la articulación del tobillo. La articulación del tobillo está estabilizada por diferentes ligamentos y otros tejidos blandos, que también pueden resultar lesionados durante una fractura de tobillo.

Causas

Las fracturas de tobillo se producen por un rodamiento y una torsión excesivos del tobillo, que suelen producirse por un accidente o por actividades como saltos o caídas que provocan una tensión repentina en la articulación.

Síntomas

Con una fractura de tobillo, hay una hinchazón y un dolor inmediatos alrededor del tobillo, así como una alteración de la movilidad. En algunos casos la sangre puede acumularse alrededor de la articulación, una condición llamada hemartrosis. En los casos de fractura grave, la deformidad alrededor de la articulación del tobillo es claramente visible, donde el hueso puede sobresalir a través de la piel.

Tipos de fracturas

Las fracturas de tobillo se clasifican según la localización y el tipo de hueso del tobillo afectado. Los diferentes tipos de fracturas de tobillo son:

  • Fractura del maléolo lateral en la que se fractura el maléolo lateral, la parte externa del tobillo.
  • Fractura del maléolo medial en la que se fractura el maléolo medial, la parte interna del tobillo.
  • Fractura del maléolo posterior en la que se fractura el maléolo posterior, la joroba ósea de la tibia.
  • Fracturas bimaleolares en las que se fracturan los huesos del maléolo lateral y medial
  • Fracturas trimaleolares en las que se fracturan los tres huesos laterales, mediales y posteriores.
  • La lesión sindesmótica, también llamada esguince de tobillo alto, no suele ser una fractura, pero puede tratarse como tal.

Diagnóstico

El diagnóstico de la lesión de tobillo comienza con una exploración física, seguida de radiografías y TAC de la zona lesionada para una visión detallada. Por lo general, es muy difícil diferenciar una fractura de tobillo de otras afecciones como un esguince, una luxación o una lesión tendinosa sin tener una radiografía del tobillo lesionado. En algunos casos, se aplica presión sobre el tobillo y luego se toman radiografías especiales. Este procedimiento se denomina prueba de esfuerzo. Esta prueba se emplea para comprobar la estabilidad de la fractura y decidir si la cirugía es necesaria o no. En casos complejos, en los que se requiere una evaluación detallada de los ligamentos, se recomienda una resonancia magnética.

Tratamientos

Inmediatamente después de una lesión de tobillo y antes de acudir al médico, debe aplicar compresas de hielo y mantener el pie elevado para minimizar el dolor y la hinchazón.

El tratamiento de la fractura de tobillo depende del tipo y la estabilidad del hueso fracturado. El tratamiento comienza con métodos no quirúrgicos, y en los casos en los que la fractura es inestable y no puede realinearse, se emplean métodos quirúrgicos.

En el tratamiento no quirúrgico, se realinea el hueso del tobillo y se colocan férulas especiales o una escayola alrededor de la articulación, durante al menos 2-3 semanas.

En el tratamiento quirúrgico, se accede al hueso fracturado haciendo una incisión en la zona del tobillo y luego se atornillan placas especialmente diseñadas en el hueso, para realinear y estabilizar las partes fracturadas. A continuación se sutura la incisión y se inmoviliza el tobillo operado con una férula o escayola.

Cuidados postoperatorios

Después de la cirugía de tobillo, se le indicará que evite poner peso en el tobillo utilizando muletas al caminar durante al menos seis semanas.

La terapia física de la articulación del tobillo será recomendada por el médico. Después de dos o tres meses de terapia, el paciente podrá realizar sus actividades cotidianas normales.

Riesgos y complicaciones

Los riesgos y complicaciones que pueden surgir con las fracturas de tobillo incluyen una escayola inadecuada o una alineación incorrecta de los huesos que puede causar deformidades y, finalmente, artritis. En algunos casos, la presión ejercida sobre los nervios puede causar daños en los mismos, dando lugar a un dolor intenso.

En raras ocasiones, la cirugía puede dar lugar a una curación incompleta de la fractura, lo que requiere otra cirugía para repararla.