Fronteras para las mentes jóvenes

Abstracto

Nuestros cerebros son increíbles. Nos permiten hablar, pensar, movernos y mucho más. Las conexiones de nuestro cerebro actúan como una compleja red, más potente que el mejor ordenador jamás fabricado. Pero, ¿qué ocurre cuando se daña una parte de esa red? ¿Qué consecuencias tendrá y cómo se reparará y recuperará el cerebro? En este artículo, exploramos una lesión cerebral común: un derrame cerebral. Hablamos de cómo se produce un ictus, de las deficiencias que provoca y de cómo el cerebro empieza a repararse y recuperarse de la mejor manera posible. Por último, describimos cinco puntos clave que los terapeutas deben tener en cuenta a la hora de ayudar a un paciente a recuperarse tras un ictus.

¿Qué es un ictus?

Un ictus se produce cuando una zona del cerebro se queda sin oxígeno y las células cerebrales de esa zona del cerebro empiezan a morir. Esto puede ocurrir de dos maneras. La más común es a través de una obstrucción o un coágulo de sangre. Este tipo de ictus se denomina «isquémico». Para entender mejor un ictus isquémico, imaginemos que los vasos sanguíneos del cerebro son como un ferrocarril que suministra alimentos a pueblos y ciudades para mantener a sus habitantes con vida (véase la Figura 1 – Izquierda). Los trenes que circulan por la vía férrea transportan cargas de alimentos para ser entregados al pueblo, al igual que los vasos sanguíneos del cuerpo transportan oxígeno para ser entregado a las células del cerebro. Un accidente cerebrovascular isquémico se produce cuando un vaso sanguíneo (o ferrocarril) que transporta sangre oxigenada (alimento) se bloquea por un coágulo (piedra), dejando que las células cerebrales (o pueblos) que dependen del oxígeno de ese vaso sanguíneo se mueran lentamente de hambre.

Figura 1 - Hay dos formas en que puede producirse un ictus.
  • Figura 1 – Hay dos formas en que puede producirse un ictus.
  • Las imágenes de la izquierda representan un ictus isquémico. Las imágenes de la derecha muestran un ictus hemorrágico. Para comprender mejor cómo se produce un ictus, las imágenes superiores utilizan un ferrocarril que suministra alimentos a un pueblo como analogía de la forma en que los vasos sanguíneos del cerebro suministran oxígeno a las células cerebrales. Ferrocarril, vaso sanguíneo; tren, glóbulo rojo; comida, oxígeno; pueblo, células cerebrales; roca, coágulo sanguíneo.

El ictus «hemorrágico», o hemorragia cerebral, es el otro tipo de ictus, y también el más peligroso para la vida (véase la Figura 1 – Derecha). Un ictus hemorrágico se produce cuando se rompe una parte débil de un vaso sanguíneo, lo que provoca una fuga de sangre hacia el cerebro (como si una vía de tren defectuosa hiciera descarrilar el tren y se estrellara). Como consecuencia, algunas zonas del cerebro se quedan sin oxígeno, ya que la sangre filtrada se derrama en otras zonas del cerebro. La sangre filtrada hace que se acumule presión dentro del cráneo y el cerebro, lo que provoca más daños en las células cerebrales.

¿Cuáles son las consecuencias de un ictus?

Los síntomas de un ictus son variados y dependen de la zona del cerebro afectada. Como se muestra en la figura 2, el cerebro está organizado en distintas áreas que controlan funciones específicas. Por ello, cuando un ictus daña un área del cerebro, los síntomas del paciente están relacionados con la función que controlaba esa área del cerebro. Por ejemplo, si el área del cerebro que controla el movimiento de los brazos (también conocida como corteza motora) se queda sin oxígeno debido a un ictus, es de esperar que se produzcan problemas en el brazo, como debilidad o incluso parálisis completa. Por otro lado, si el área del cerebro que controla la visión (también conocida como corteza visual) se ve afectada por el ictus, se esperaría que el paciente tuviera problemas de visión.

Figura 2 - (A) Vista del cerebro desde el frente.
  • Figura 2 – (A) Vista del cerebro desde el frente.
  • Aquí puede ver los dos lados (o hemisferios) del cerebro. (B) El cerebro está organizado en áreas que controlan o apoyan funciones específicas. En esta imagen, ¿puedes encontrar la corteza motora? La corteza motora controla el movimiento y está situada junto al «área de asociación motora», que ayuda a planificar el movimiento. ¿Puedes encontrar el córtex visual? La corteza visual controla la visión y nos permite interpretar lo que vemos con los ojos. La corteza auditiva controla lo que oímos, y está junto a las áreas que controlan cómo hablamos. También está la corteza frontal, en la parte delantera del cerebro, que controla el comportamiento y cómo pensamos o tomamos decisiones. ¿Puedes encontrar el área que nos permite interpretar lo que sentimos o tocamos? Esta zona se llama corteza sensorial. Imágenes adaptadas de Blausen.com .

¿Sabías que tu cerebro tiene dos lados (llamados hemisferios izquierdo y derecho, véase la figura 2A) y que cada lado del cerebro controla el lado opuesto del cuerpo? Por lo tanto, si se daña el área motora del lado izquierdo del cerebro, el movimiento del lado derecho del cuerpo se verá afectado (véase la figura 3A). O, si el ictus daña la corteza visual derecha, entonces la capacidad de una persona para ver hacia la izquierda se vería perjudicada (véase la figura 3B).

Figura 3 - Se muestran dos deficiencias comunes tras un ictus.
  • Figura 3 – Se muestran dos deficiencias comunes después de un accidente cerebrovascular.
  • En (A), una persona con hemiparesia (media parálisis) tiene problemas con el brazo derecho, la pierna derecha y el lado derecho de la boca. Dado que el lado izquierdo del cerebro controla el lado derecho del cuerpo, ¿puede decir en qué lado del cerebro se produjo el accidente cerebrovascular? En (B), se muestra la visión de una persona con hemianopía (media ceguera). Esta persona ha perdido la mitad derecha de su visión. ¿Es capaz de adivinar en qué lado del cerebro se produjo el ictus? En ambos casos, el ictus se habría producido en el lado izquierdo del cerebro, causando así deficiencias en el lado derecho del cuerpo.

¿Qué tratamientos existen tras un ictus?

En primer lugar, los médicos deben determinar qué tipo de ictus se ha producido. Esto es importante porque cada tipo de ictus requiere un tratamiento diferente. Mediante el uso de dispositivos de exploración del cerebro, los médicos deben determinar si la causa de los síntomas del paciente es una hemorragia o una obstrucción.

Si se identifica una obstrucción (ictus isquémico), el objetivo del tratamiento es eliminar el coágulo de sangre. (Por eso estos tratamientos se denominan anticoagulantes). Los medicamentos anticoagulantes se administran al paciente para descomponer y disolver el coágulo que está causando la obstrucción. También se puede realizar una intervención quirúrgica y enviar un cable hasta el vaso sanguíneo para extraer el coágulo.

Si se identifica una hemorragia (accidente cerebrovascular hemorrágico), el objetivo del tratamiento es detener la hemorragia y reducir la presión que se acumula en el cráneo. Una hemorragia se trata normalmente con medicamentos para reducir la presión sanguínea y la hemorragia en el cerebro. En algunos casos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para hacer un agujero en el cráneo y liberar la presión en el cerebro. Otra opción quirúrgica consiste en colocar un cierre alrededor de la parte rota del vaso sanguíneo para sujetarlo y detener la hemorragia.

Es importante que, cuando se sospecha que una persona sufre un ictus, los médicos actúen con rapidez para devolver el flujo sanguíneo normal y la presión normal en el cerebro. Cuanto más rápido pueda volver el flujo sanguíneo a la normalidad, más posibilidades habrá de que se salven más células cerebrales.

Recuperación tras un ictus

En los días y semanas posteriores a un ictus, muchos procesos biológicos del cerebro comienzan a producirse de forma natural o «espontánea». Estos procesos (1) reparan las neuronas y otras células cerebrales que se lesionaron pero no murieron, y (2) limpian y eliminan las células cerebrales que están muertas.

El siguiente paso en el proceso de recuperación requiere que el cerebro reestructure y repare la zona dañada. Este importante proceso se denomina neuroplasticidad. La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para cambiar, aprender y reaprender. Curiosamente, los científicos solían creer que la neuroplasticidad sólo se producía en los bebés a medida que sus cerebros se desarrollaban durante la infancia. Pero ahora sabemos que el cerebro cambia continuamente durante toda nuestra vida. La neuroplasticidad puede producirse al cambiar las conexiones entre las células cerebrales del cerebro, por ejemplo, mejorando la fuerza de una conexión, aumentando o disminuyendo el número de conexiones o cambiando la función de una conexión. En algunos casos, la neuroplasticidad también puede implicar la generación de nuevas neuronas (un proceso conocido como neurogénesis). Sin embargo, se necesitan más investigaciones para averiguar en qué medida la neurogénesis contribuye a la recuperación del ictus.

Cinco consejos para mejorar la neuroplasticidad y la recuperación después del ictus

La neuroplasticidad, o la capacidad del cerebro para cambiar, es el principio clave que guía la forma en que los terapeutas diseñan y ofrecen programas de rehabilitación a los pacientes. Normalmente, el primer objetivo de la rehabilitación es ayudar a los pacientes a volver a ser como eran antes del ictus. Desgraciadamente, esto no siempre es posible, por lo que para algunos supervivientes de accidentes cerebrovasculares, el objetivo de la terapia es encontrar una nueva forma de hacer las cosas.

A continuación se ofrecen cinco consejos importantes sobre la neuroplasticidad que los terapeutas deben tener en cuenta al tratar a un paciente (basados en el artículo de Kleim y Jones ).

Consejo 1-«Úselo o piérdalo»

Un cerebro sano mantiene las conexiones que se utilizan con frecuencia y «limpia» las conexiones que no se utilizan durante un período de tiempo. Al igual que un músculo, si no se utiliza lo suficiente las células se debilitan. Basándose en esta regla, los terapeutas animan a los pacientes a seguir moviendo el miembro deteriorado para evitar que se pierdan las conexiones en el cerebro.

Consejo 2-«Úselo y mejórelo»

Cuando se realiza una tarea y se practica una y otra vez, la misma red de conexiones en el cerebro se activa una y otra vez. La activación repetida de esa red hace que se fortalezca y funcione de forma más eficiente, lo que en última instancia lleva a mejorar el rendimiento de la tarea. Por ejemplo, cuando se practica la interpretación de un instrumento, el rendimiento mejora con la práctica, ya que la red de conexiones del cerebro que se utiliza para tocar el instrumento se fortalece. Los terapeutas animan a los pacientes a que sigan practicando sus ejercicios y utilizando su lado deteriorado, ya que esto conducirá a cambios positivos en esas redes cerebrales específicas.

Consejo 3-«Práctica específica»

Los ejercicios de rehabilitación deben ser específicos para la tarea o función que el paciente quiere mejorar. Si se quiere cambiar el área del cerebro que controla el brazo, hay que practicar haciendo tareas con el brazo. Si quiere mejorar la función de la pierna izquierda, haga ejercicios con la pierna izquierda. Si el paciente tiene problemas para sostener un tenedor, el terapeuta le dará ejercicios específicos que imiten la posición de la mano mientras sostiene un tenedor.

Consejo 4-«Practicar repetidamente»

Para que el cerebro cambie, es necesario realizar muchas repeticiones de una tarea. Por ejemplo, si estuviera aprendiendo a hacer malabares, ¿sería mejor su capacidad de hacerlos si practicara tres veces o si practicara 30 veces? Lo mismo ocurre con la terapia después de un accidente cerebrovascular: ¡cuantas más repeticiones, mejor! Los terapeutas animan a los pacientes a practicar repetidamente y a seguir practicando sus ejercicios en casa. Cuantas más repeticiones pueda practicar el paciente cada día, más rápido se adaptará el cerebro y aprenderá.

Consejo 5-«Practique intensamente»

También es importante que cuando el paciente practique, lo haga intensamente. Esto puede conseguirse haciendo muchas repeticiones o realizando tareas que supongan un reto. Al igual que cuando se entrena para una carrera de fondo, al principio se puede empezar con distancias cortas, pero para mejorar, hay que empujar los músculos para que trabajen más y corran más tiempo que antes. Lo mismo ocurre con el cerebro. Para animar a las redes del cerebro a cambiar, los terapeutas desafían al paciente a trabajar más duro y a conseguir un poco más cada vez.

Resumen

Un ictus se produce cuando una zona del cerebro se queda sin oxígeno, causado por un bloqueo o una hemorragia en el cerebro. Las secuelas de un ictus dependen de la zona del cerebro afectada. La neuroplasticidad es el proceso que permite al cerebro recuperarse de un ictus. Los terapeutas diseñan programas de rehabilitación basados en lo que se sabe sobre la neuroplasticidad, con el objetivo de que el paciente vuelva a la normalidad. Los cinco consejos explicados anteriormente son principios esenciales para la rehabilitación del ictus.

Glosario

El ictus: Cuando una zona del cerebro se daña por falta de oxígeno. El ictus isquémico es cuando hay una obstrucción, mientras que el ictus hemorrágico es cuando hay una hemorragia en el cerebro.

Vaso sanguíneo: Transporta la sangre por todo el cuerpo. Hay diferentes tipos de vasos sanguíneos, como las arterias, que llevan la sangre llena de oxígeno al cerebro, o las venas, que llevan la sangre del cerebro a los pulmones para recargarla de oxígeno.

Neurona: Célula cerebral especializada que computa y comunica información a través de sus numerosas conexiones. Las neuronas establecen conexiones con otras neuronas para formar redes que controlan funciones específicas.

Neuroplasticidad: La capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar.

Rehabilitación: Restablecimiento de la salud de una persona mediante entrenamiento y terapia.

Declaración de conflicto de intereses

El autor declara que la investigación se ha llevado a cabo en ausencia de cualquier relación comercial o financiera que pudiera interpretarse como un posible conflicto de intereses.