Granuloma actínico

Un hombre de 46 años se presentó con una historia de 2 años de placas anulares eritematosas asintomáticas en la parte superior del tórax (Figura 1), el cuello, la parte superior de la espalda y el dorso de las manos (Figura 2). Las lesiones comenzaron como pequeñas pápulas, que se expandieron lentamente de forma centrífuga hasta formar placas anulares con centros atróficos. Las pruebas rutinarias de laboratorio, de anticuerpos antinucleares y de antígeno nuclear extraíble fueron negativas o estuvieron dentro de los límites normales. El examen histopatológico fue consistente con un granuloma actínico (Apéndice 1, disponible en www.cmaj.ca/lookup/suppl/doi:10.1503/cmaj.190120/-/DC1). Aconsejamos a nuestra paciente que se protegiera del sol y le prescribimos 30 mg/día de prednisolona oral, disminuyendo 5 mg/semana hasta alcanzar una dosis de 5 mg/día, que mantuvimos durante 3 meses. En ese momento, las lesiones de nuestro paciente se habían aplanado, y no se habían desarrollado nuevas lesiones.

Figura 1:

Múltiples placas anulares eritematosas asintomáticas con centros atróficos en la parte superior del tórax de un hombre de 46 años.

Figura 2:

Placas anulares eritematosas asintomáticas con centros atróficos en el dorso de las manos del paciente.

El granuloma actínico es una afección granulomatosa crónica y benigna que afecta a personas de mediana edad con antecedentes de exposición solar intensa. Se presenta típicamente como placas anulares con bordes eritematosos elevados y centros atróficos en zonas expuestas al sol. Las lesiones pueden presentarse inicialmente como pápulas eritematosas y luego expandirse gradualmente de forma centrífuga y coalescer en placas anulares o lineales asintomáticas con bordes elevados. El examen histopatológico muestra una infiltración granulomatosa de la piel con histiocitos rodeados de múltiples células gigantes multinucleadas que contienen fibras elásticas degeneradas.1

Se cree que una respuesta autoinmune mediada por células contra las fibras elásticas dañadas provoca la inflamación granulomatosa.1 Cuando las lesiones similares a un granuloma actínico se localizan en zonas no expuestas, la erupción se describe como granuloma anular de células gigantes elastolítico. El diagnóstico diferencial incluye la tinea corporis, la sarcoidosis, el lupus eritematoso subagudo, el granuloma anular y otras enfermedades granulomatosas infecciosas, pero éstas pueden distinguirse fácilmente por las características histopatológicas y los hallazgos de laboratorio. Se han probado tratamientos como la cloroquina, los esteroides intralesionales o sistémicos, la ciclosporina, la isotretinoína, la acitretina y el tratamiento con láser con un éxito variable.2,3

Notas al pie

  • Intereses en juego: Ninguno declarado.

  • Este artículo ha sido revisado por pares.

  • Los autores han obtenido el consentimiento de los pacientes.

    1. O’Brien JP

    . Granuloma actínico. Un trastorno anular del tejido conectivo que afecta a la piel dañada por el sol y el calor (elastótica). Arch Dermatol 1975;111:460-6.

    1. Mamalis A,
    2. Ho D,
    3. Parsi KK,
    4. et al

    . Tratamiento exitoso del granuloma actínico con láser de colorante pulsado y láser de dióxido de carbono fraccionado. Dermatol Surg 2018;44:452-4.

    1. Parikh SA,
    2. Que SKT,
    3. Holmes WD,
    4. et al

    . Pápulas infiltradas en el tronco y cefaleas: un caso de granuloma actínico y una revisión de la literatura. Int J Womens Dermatol 2015;1:131-5.