Increíbles fotografías muestran a una rara cebra «rubia» prosperando en la naturaleza

¿Se divierten realmente más las cebras rubias?

Esa no era una pregunta que el fotógrafo de naturaleza Sergio Pitamitz intentaba responder cuando fue de expedición al Parque Nacional del Serengueti de Tanzania en febrero. Y sin embargo, mientras filmaba cebras cerca de un abrevadero, lo vio: una rara cebra «rubia» con una melena dorada y rayas polvorientas, que se mezclaba entre su manada como si nada se saliera de lo normal.

Según National Geographic, que ha publicado recientemente las extraordinarias fotos de Pitamitz, la cebra rubia en cuestión tiene probablemente albinismo parcial, una peculiaridad genética que provoca la ausencia del pigmento de la piel, la melanina.

En declaraciones a Nat Geo, el genetista Dr. Greg Barsh, que lleva a cabo investigaciones en el Instituto HudsonAlpha de Biotecnología, sin ánimo de lucro, dijo que el albinismo es extremadamente raro en las cebras y sólo se ha estudiado en cebras que viven en cautividad. El hecho de que una cebra parcialmente albina se moviera sin problemas dentro de una manada salvaje sugiere que el trastorno podría ser menos perjudicial para la supervivencia de las cebras de lo que se pensaba.

Aún así, llevar rayas rubias cuando todos los demás miembros de tu manada se han adaptado a las rayas negras probablemente plantee algunos problemas a las cebras albinas.

En un estudio publicado en 2014 en la revista Nature Communications, de la Universidad de California en Davis, los ecologistas sugirieron que las cebras evolucionaron sus características rayas blancas y negras específicamente para disuadir las picaduras de insectos (no para camuflarse, como dice la lógica popular). Tim Caro, autor principal de ese estudio, dijo a Nat Geo que es posible que las cebras con rayas blancas tengan más dificultades para disuadir a los molestos insectos que sus parientes con rayas oscuras, ya que es más probable que algunas moscas se posen en superficies uniformes que en las de alto contraste.

Este raro caso aún tiene que ser estudiado en detalle. Sin embargo, dijo Caro, el hecho de que se hayan observado tan pocas cebras rubias en la naturaleza sugiere que el rasgo es probablemente perjudicial de alguna manera. Parece que las cebras rubias, de hecho, no se divierten más.

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Publicado originalmente en Live Science.