Industria del azúcar

Las subvenciones al azúcar han hecho que los costes de mercado del azúcar estén muy por debajo del coste de producción. En 2018, 3/4 de la producción mundial de azúcar nunca se comercializa en el mercado abierto. Brasil controla la mitad del mercado mundial y es el país que más paga (2.500 millones de dólares al año) en subsidios a su industria azucarera.

El sistema azucarero de Estados Unidos es complejo, ya que utiliza apoyos a los precios, asignaciones de comercialización nacional y contingentes arancelarios. Apoya directamente a los procesadores de azúcar en lugar de a los agricultores que cultivan el azúcar. El gobierno estadounidense también utiliza los aranceles para mantener el precio interno del azúcar en Estados Unidos entre un 64 y un 92% más alto que el precio del mercado mundial, lo que cuesta a los consumidores estadounidenses 3.700 millones de dólares al año. Una propuesta política de 2018 para eliminar los aranceles del azúcar, llamada «Cero por Cero», está actualmente (marzo de 2018) ante el Congreso de Estados Unidos. Los anteriores intentos de reforma han fracasado.

La Unión Europea (UE) es uno de los principales exportadores de azúcar. La Política Agrícola Común de la UE solía establecer cuotas máximas de producción y exportación, y una venta de azúcar subvencionada con un precio mínimo garantizado por la UE. También se utilizaban grandes aranceles de importación para proteger el mercado. En 2004, la UE gastaba 3,30 euros en subvenciones para exportar azúcar por valor de 1 euro, y algunos procesadores de azúcar, como British Sugar, tenían un margen de beneficios del 25%.

Un informe de Oxfam de 2004 calificaba las subvenciones al azúcar de la UE de «dumping» y decía que perjudicaban a los pobres del mundo. Una sentencia de la OMC contra el sistema de cuotas y subvenciones de la UE en 2005-2006 obligó a la UE a reducir su precio mínimo y sus cuotas, y a dejar de hacer compras de intervención. La UE suprimió algunas cuotas en 2015, pero los precios mínimos se mantienen. También persisten los aranceles para la mayoría de los países. En 2009, la UE concedió a los países menos desarrollados (PMD) un acceso sin aranceles al mercado de la UE como parte de la iniciativa «Todo menos armas».

A partir de 2018, India, Tailandia y México también subvencionan el azúcar.

Los jarabes de glucosa producidos a partir del trigo y el maíz (maíces) compiten con el mercado tradicional del azúcar seco.