Jack Nicholson le rompió el corazón a Angélica Huston – Ella se lo devolvió a puñetazos

Cuando sólo tenía 21 años, Anjelica Huston dejó Nueva York y se trasladó a Los Ángeles para relanzar su carrera de modelo y convertirse en actriz.

También terminó en una relación que definiría casi dos décadas de su vida.

La actriz de la familia Addams se enamoró del «chico malo» Jack Nicholson, y a pesar de ser testigo de un profundo cariño y afecto por parte de él, también pasó por años de desgarrador tormento.

Huston desveló más sobre su relación con Nicholson, marcada por la agonía, en sus memorias Watch me, publicadas en 2014.

Se trata de su segundo libro biográfico y, a diferencia del primero, que giraba en torno a su infancia y a sus primeros días como modelo, en este se abordan detalles más íntimos de su vida privada.

Angelica era la hija del emblemático director de cine John Huston, y también protagonizó la última película de su padre, una adaptación de 1987 sobre uno de los relatos Dubliners de James Joyce: Los muertos. Conoció a Jack Nicholson en la fiesta de cumpleaños que organizó en su finca de Mulholland Drive, en Los Ángeles.

La actriz reveló que sentía algo por Nicholson desde que lo vio protagonizar Easy Rider en 1969.

Primero fue a ver la película con unos amigos en Londres, donde vivía entonces, para volver un par de días después, comprando la entrada para la misma película, ahora sola.

Al igual que otras mujeres en aquella época, había quedado cautivada por cómo aparecía Nicholson en la gran pantalla. Volvió a quedar cautivada unos años más tarde cuando se dejó caer con un amigo en su cumpleaños. Nicholson las recibió en la puerta con una voz profunda y seductora: «Soy Jack, y me alegro de que hayas podido venir».

Aquella noche de fiesta de cumpleaños fue el comienzo de todo: los buenos y los malos momentos para el joven Huston. Nicholson era 14 años mayor que ella.

Bailaron toda la noche y por la mañana le pidió un taxi para volver a casa. Un par de días después él la llamó para planear su primera cita.

Pero unas horas después Nicholson volvió a llamar para cancelar sus planes, diciendo que ya tenía otra cosa en la agenda: quedar con su ex, Michelle Phillips. Huston no tardaría en hacerse amigo de ella.

Pero la cancelación de la primera cita por culpa de otra persona dio una clara señal de cómo se desarrollaría toda la relación Nicholson-Huston. Situaciones extrañas como ésta no hicieron más que acumularse.

A pesar de las pruebas, Huston siguió viendo a Nicholson. Ella se mudó con él durante el tiempo que trabajó en Chinatown.

En una de ellas, estaba con Nicholson en un restaurante cuando una joven modelo de Alemania empezó a coquetear con su novio. Ella hizo por levantarse y abandonar la mesa, pero Nicholson le apretó las manos en la muñeca y no le permitió irse.

«No te levantes nunca así para irte», le dijo a Huston. La actriz comenta cómo disfrutó de «su breve destello de posesividad».

En 1973, Huston asistió a un concierto de Carole King con Nicholson y tuvo que hacer frente a una situación relacionada con la cantante y compositora canadiense Joni Mitchell, que estuvo sentada «entre las piernas de Jack durante todo el espectáculo».

Esto hirió los sentimientos de Huston y Nicholson no quiso consolarla cuando se quejó con él.

Un año después, estando en Cannes para el Festival de Cine, la dejó parada en la acera porque «las chicas francesas guapas se acercaban en moto y decían: «Oh, Jack, ¿quieres montar en mi moto conmigo?»»

Como si siguiera el papel de no decir nunca que no a una chica guapa, Nicholson se unió a las chicas y Huston tuvo que retirarse a su habitación de hotel, llorando.

En otras ocasiones, Huston escribe lo cariñoso que era Nicholson con ella. Ella describiría al actor de The One Flew Over Cuckoo Nest y Shining como profundamente emocional y cariñoso. Le traía regalos únicos o ideaba una serie de apodos: «Fab» de «la Gran Fabulosa», «Ze Bik Fabuliss», «Toot» (porque rima con pie) y «Tootie» que evolucionó a «Tootman Fubiliss», según Vanity Fair.

Pero Huston también recuerda un momento impactante que se produjo cuando ambos estaban viendo el programa The Newlywed Game en la televisión, y Nicholson empezó a ridiculizar la idea del matrimonio. «Oh, pequeño matrimonio», seguiría diciendo varias veces.

«Le contesté: ‘Si tuvieras huevos, te casarías conmigo'», le dijo Huston, según recoge el New York Post. «Y él dijo: ‘¿Casarse contigo? ¿Estás bromeando?», lo que hizo que a Huston se le saltaran las lágrimas. La mujer sollozaría durante los tres días siguientes.

Lo que clavó el ataúd fue cuando Nicholson anunció descaradamente en la mesa que iba a ser padre… con otra mujer. Era 1989.

«Las palabras llegaron con suavidad, deliberadamente», escribe Huston al respecto. Esa otra mujer resultó ser la actriz y modelo Rebecca Broussard, que al final tuvo dos hijos con Nicholson. De vuelta a la conversación sobre la mesa de la cena fue donde Huston trazó la línea.

Finalmente, antes de seguir con su vida, Huston se pasó por la casa de Nicholson y «le dio una paliza», dejando a su amor mujeriego con moratones por todo el cuerpo.

«Maldita sea, Toots, seguro que me diste algunos golpes», le dijo más tarde por teléfono.

«De nada, Jack, te lo merecías», contestó Huston y ambos se rieron a carcajadas.

Para las Navidades de ese año, Huston recibió un brazalete de perlas y diamantes que había sido un regalo de Frank Sinatra a Ava Gardner. Fue la forma en que Jack concluyó su extravagante relación.

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En 1992, Huston se casó con el escultor mexicano-americano Robert Graham. Ambos permanecieron juntos hasta la muerte de Graham en 2008. La pareja no tuvo hijos. Nicholson continuó su relación con Broussard hasta 1994. Jack diría más tarde que de todas las mujeres de su vida, Huston fue su principal amor.