Juegos de palabras en los bolos
Al final del año, siempre hay un concierto de rock n’ bowl donde todos se entretienen.
Los buenos jugadores de bolos siempre mantienen su mente fuera de la cuneta. No se puede golpear, si no se intenta. La descripción perfecta de una partida de bolos es aquella en la que hay mucho espacio en la parte superior, pero no hay espacio para tumbarse. Mi estrategia es sencilla, derribar un bolo cada vez. En realidad no se trata de cómo se juega a los bolos, sino de cómo se rueda. El lema del equipo de bolos de su escuela era «derribémoslos». Cuanto más nos acercamos a la bolera, más fuerte es el trueno de los bolos. Si por casualidad derribas todos los bolos, no te emociones demasiado. Ahórrate los detalles. La regla básica en el juego de los bolos es asegurarse de no dejar ningún bolo en pie. Lo bueno de los bolos es que puedes hacer tres strikes, pero sigues en el juego. Cuando las cosas se pongan difíciles, deja que los bolos caigan donde puedan. El éxito en este deporte no es cómo se juega, sino cómo se rueda. El equipo de bolos del que soy capitán tiene fama de relámpago. Esto se debe a que conseguimos innumerables strikes. Los baños de un AMF se conocen como las pistas de bolos. En una conversación entre un pasador y otro, uno dijo: «No nos dividamos nunca». Lo ideal sería que el coste de una partida de bolos fuera de diez pinnies. Sin embargo, con la inflación, el precio siempre sube. Los jugadores de bolos pagan mucho dinero por jugar. Esto se debe a que se trata de un vago por carril. Si juegas a los bolos y, por alguna razón, no oyes caer un alfiler, algo podría estar mal en tu bolera. El mejor día festivo para ir a los bolos es el día de acción de gracias porque te darán pavos. Los jugadores de bolos no son buenos empleados. Esto se debe a que durante el 80% del tiempo, siempre están en huelga. Hay un punto en común entre un invitado de acción de gracias y uno de bolos. A ambos les gusta el pavo. Si dudas de si los bolos son un deporte, hazme caso, que sí, es un deporte, pero para gente a la que le sobra talento. Hay un tipo específico de gatos a los que les encanta ir a los bolos. Se les conoce como alley cats. El soldado de los bolos decidió lanzar un ataque preventivo. Cuando vas con un general del ejército a una bolera, empezará a jugar a los bolos incluso antes de que introduzcas su nombre en el marcador. El público había llenado el local y todos esperaban a que se abriera la bolera. Por fin, se puso a rodar la bola. ¿Sabías que los viejos jugadores de bolos no mueren? Simplemente acaban en las cunetas. La razón por la que las boleras son tan silenciosas es tal que se puede oír la caída de un alfiler. En la historia de los bolos, hay un jugador que flota como una mariposa y pica como una abeja. Se llama Muhammad Alley.