La ambientación: «Una rosa para Emily» de William Faulkner

En «Una rosa para Emily» de William Faulkner, los detalles de Faulkner sobre el escenario y la atmósfera proporcionan al lector antecedentes sobre los valores y las creencias de los personajes, ayudando al lector a entender las motivaciones, acciones y reacciones de la señorita Emily y el resto del pueblo, y cambiando el estado de ánimo o el tono en la historia.

El escenario de «Una rosa para Emily» es el Jefferson ficticio de Faulkner después de la guerra civil, un pequeño pueblo en el sur profundo de los Estados Unidos. El uso que hace Faulkner de este período de tiempo o género en particular es exitoso para dar al lector una comprensión o antecedentes de los valores y creencias de los personajes de la historia.

La ciudad de Jefferson es un legado caído. El régimen jerárquico de los Grierson y el sistema de clases de la época por el cual la ordenanza del alcalde -el coronel Sartoris-, una mujer negra, no podía ni siquiera caminar por la calle sin delantal, se había transformado en un lugar en el que incluso la calle en la que vivía la señorita Emily, que antaño había sido la más selecta, había sido invadida y borrada, su casa un adefesio entre los adefesios.

Tanto la ciudad como la propia señorita Emily consideraban ahora a la señorita Emily como el único vestigio de aquella época mejor. Este hecho hace que el lector comprenda la mentalidad del «pueblo», que nos narra la historia de la señorita Emily de forma parecida a un círculo de cotillas, en el que se van juntando las historias de varios habitantes del pueblo y de la señorita Emily, la protagonista, que vivía sola a excepción de su único criado.

Las acciones de la señorita Emily van de lo excéntrico a lo absurdo, pero es la comprensión del lector del entorno lo que hace que la historia sea creíble. La señorita Emily se vuelve reclusa e introvertida tras la muerte de su padre y el alejamiento del yanqui Homer Barron. También se revela al final de la historia que llegó a envenenar a Homer, a mantener su cadáver en su casa y a dormir junto a él también.

Está haciendo lo que considera necesario en respuesta a la presión ejercida sobre ella por el pueblo. Sigue intentando mantener el papel de la mujer sureña, digna y correcta, mientras lucha con todos los demás asuntos de su vida y lidia con la locura que se dice que hay en su familia. Tampoco acepta los tiempos cambiantes y se niega rotundamente a cambiar con ellos.

La ambientación de Faulkner también ayuda al lector a entender la mentalidad y las acciones del pueblo. La gente del pueblo parece extrañamente fascinada con la señorita Emily como una reliquia de una época anterior. La han colocado en una posición especial entre los demás y, aunque no han mantenido ningún contacto directo con ella, siguen sintiendo curiosidad incluso después de su muerte por su misterio. Esto podría atribuirse al hecho de que como los tiempos están cambiando, necesitan a alguien que restaure o mantenga su orgullo o majestad sureña y como ella es una Grierson, es su único vínculo con ese pasado.

Incluso se encargan de intentar corregir sus errores llamando a sus primos mientras ella estaba involucrada con Homer. Sentían que ella estaba dando un mal ejemplo y como se suponía que era de una clase superior y personificaba la moral y la decencia en el cambiante sur, sentían que tenían que hacer algo para restaurar su posición moral para ella.

Además de ayudar al lector a entender las motivaciones y los eventos de la historia, el escenario también cambió el tono de la historia. Las descripciones que hizo Faulkner y las imágenes que evocó dieron a la historia un aire muy gótico. La imagen de la casa de los Grierson, con su estructura y mobiliario anticuados, y la de la propia señorita Emily como una anciana gorda que se asemeja a la propia muerte, también contribuyeron a crear una imagen clara de un pueblo viejo y destartalado.

El escenario físico era paralelo al cambio social que se estaba produciendo en la época y podía utilizarse para simbolizar el desmoronamiento de las viejas estructuras que una vez habían sostenido su sociedad.

En todos los casos, el elemento esencial del relato de Faulkner que proporcionaba al lector tanto el trasfondo como la comprensión de la historia era el escenario. El uso de un género familiar apoyaba las acciones y motivaciones de los personajes de la historia y elevaba el tono para el disfrute del lector.

Cite este artículo como: William Anderson (Equipo editorial de Schoolworkhelper), «Ambientación: «Una rosa para Emily» de William Faulkner», en SchoolWorkHelper, 2019, https://schoolworkhelper.net/setting-william-faulkners-a-rose-for-emily/.

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