La vuelta al mundo en 80 días (película de 2004)
Lau Xing roba el Banco de Inglaterra y se esconde en la casa de Phileas Fogg, dando su nombre como «Pasaporte…también». Fogg escucha a «Passepartout» y lo contrata como valet. Passepartout ayuda a Fogg a romper la barrera de las 50 millas por hora. En la Real Academia de Ciencias, Fogg es insultado por el barón Kelvin. Fogg apuesta que puede dar la vuelta al mundo en 80 días. Si gana, sustituirá a Kelvin como Ministro de Ciencia, si no, se arruinará. Fogg y Passpartout toman un carruaje para salir de Londres tras un enfrentamiento con el corrupto inspector Fix, contratado por Kelvin.
Passpartout y Fogg viajan a París, donde Passepartout debe evadir a los guerreros del general Fang. Fang quiere el Buda de jade que anteriormente se le dio a Lord Kelvin pero que fue robado por Passepartout. Fingiendo llevar a Fogg a ver a Thomas Edison, Passepartout lo conduce hasta la estudiante de pintura impresionista Monique La Roche. Passepartout lucha contra los secuaces mientras su jefe discute sobre el impresionismo. Los dos hombres y Monique parten en un globo aerostático, perseguidos por los guerreros de Fang.
En Turquía, el príncipe Hapi ordena a los hombres que se vayan mientras Monique debe convertirse en su séptima esposa. Los hombres convencen a Hapi para que libere a Monique por la estatua de «El Pensador». Los tres viajeros escapan.
Kelvin se entera del atraco al banco. Ordena a las autoridades coloniales británico-americanas en la India que arresten a ambos hombres. Passepartout ve el aviso del precio por su cabeza y avisa a sus compañeros. Disfrazados de mujeres son atacados por los guerreros de Fang. Utilizando al inspector Fix y un sextante como armas, Fogg y Passepartout derrotan a sus asaltantes y huyen a China.
En una aldea china son capturados por los Escorpiones Negros. Reconocido, Lau Xing desafía al líder del grupo a un combate. Al principio lucha solo y es derrotado; momentos después se le unen sus compañeros de los «Diez Tigres de Cantón» para derrotar a los Escorpiones Negros. El Buda de jade es devuelto al templo del pueblo.
Fogg desea continuar solo, decepcionado y sintiéndose utilizado por sus compañeros. Viaja a San Francisco y es engañado con su dinero. Lau Xing y Monique, que le han seguido, le encuentran en la indigencia. En el desierto del Oeste encuentran a los hermanos Wright, que hablan de su prototipo de máquina voladora. Fogg sugiere algunos cambios, que son aceptados con entusiasmo.
En la ciudad de Nueva York, una multitud jubilosa les impide el paso a su nave. Un policía les lleva a una emboscada en un taller. Los tres amigos luchan contra Fang y sus secuaces y ganan. Aunque Fogg podría haber llegado al barco, lo pierde para ayudar a Lau Xing. Fogg siente que ha perdido, pero los otros dos dicen que aún pueden llegar si alcanzan el siguiente barco.
Suben a un viejo barco y Fogg construye un avión con la madera vieja del barco, prometiendo un nuevo barco al capitán. La tripulación del barco construye una catapulta para lanzarlo. Los tres vuelan a Londres y se estrellan en la Royal Academy. Kelvin envía a la policía para obstaculizarlos, y el reloj marca el mediodía, poniendo fin a la apuesta.
Kelvin se proclama vencedor. Monique, Fix y otros ministros dan fe de los métodos injustos de Kelvin. Kelvin insulta a la reina Victoria que lo escucha. Kelvin es arrestado. Fogg se da cuenta de que se ha adelantado un día gracias a haber cruzado la Línea Internacional de la Fecha. Sube las escaleras de la Academia y besa a Monique, victorioso en su apuesta.