LEGIBLE

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Al leer sobre escritura, me he encontrado con el siguiente consejo

  • H.W. Fowler: «Prefiera la palabra sajona a la romántica».1
  • Strunk &Blanco: «El anglosajón es una lengua más viva que el latín, así que usa palabras anglosajonas».2

Pero nunca presté mucha atención porque no sabía lo que significaba. Cuando por fin lo aprendí, gracias a Classical English Style de Ward Farnsworth,3 vi que el consejo podía aplicarse también a la escritura jurídica.

El inglés moderno contiene palabras de muchos orígenes, pero dos fuentes clave son el anglosajón y el latín; muchas palabras de origen latino son también francesas y a veces se denominan palabras de origen «románico». Sí, me estoy saltando la lección de historia, pero algunos ejemplos comunes pueden ayudar a aclarar la cuestión. He aquí cuatro parejas en las que la primera es de origen anglosajón y la segunda es de origen latino/francés/romance:

  • romper/dañar
  • llegar/llegar
  • hacer/crear
  • necesitar/requerir

No, no son sinónimos perfectos, pero podemos hacer inmediatamente algunas generalizaciones: Las palabras sajonas tienden a ser más cortas -a menudo de una sola sílaba- y de sonido más duro; también tienden a ser concretas en lugar de abstractas, y también menos formales. Una forma de decirlo es que las palabras sajonas son sencillas, y las romances son rebuscadas, como en estos pares de sustantivos sajones/romances:

  • barriga/abdomen
  • jefe/superior
  • trabajo/posición
  • deseo/deseo

Prueba. Aquí tienes cinco verbos sajones-intenta pensar en los sinónimos romances:

  • preguntar
  • comprar
  • comer
  • ver
  • hablar

(Respuestas al final de este post.)

¿Qué podemos hacer con este conocimiento? La recomendación no es sustituir cada palabra románica por una palabra sajona -el mejor consejo para escribir no suele ser siempre o nunca-. En lugar de ello, se debe optar por las palabras sajonas, pero utilizando el juicio editorial, teniendo en cuenta la audiencia, el tono, los términos legales y las sutilezas del significado. He aquí algunos ejemplos de antes y después con comentarios.

Antes: El planificador de la ciudad estuvo de acuerdo en que el terreno de Hamet era adyacente a las viviendas unifamiliares.
Después: El Planificador de la Ciudad estuvo de acuerdo en que el lote de Hamet estaba junto a las casas unifamiliares.

  • Esta es una edición sensata que sustituye una palabra sajona más corta por una palabra románica más larga, haciendo el texto un poco más legible.

Antes: Castillo afirma que un cónyuge no tiene derecho constitucional a la asistencia efectiva de un abogado en una demanda de divorcio.
Después: Castillo afirma que un cónyuge no tiene derecho constitucional a la ayuda efectiva de un abogado en una demanda de divorcio.

  • Probablemente no es una buena edición. «Asistencia efectiva de un abogado» es una frase jurídica estándar. No sustituyas el romance por el sajón cuando el término romance es, o forma parte, del lenguaje jurídico estándar.

Antes: Pero una cámara de vídeo no prevaricará.
Después: Pero una cámara de vídeo no mentirá.

  • Esta es una edición sólida. El ejemplo es de un escrito de apelación, y en ese contexto, si estás dispuesto a empezar una frase con pero y usar una contracción, el sajón lie entrega más fuerza que el romance prevaricate.

Podrías preguntar razonablemente por qué ayuda saber que la palabra llana es sajona y la palabra elegante es romance. ¿No podemos usar palabras más sencillas y simples cuando sea posible? Sí, se puede. Pero espero que esto te ayude a elevar tu coeficiente intelectual de escritura.

Además, hay más cosas que saber sobre las palabras sajonas y romances en la escritura jurídica, y continuaré la discusión en el próximo post. Por el momento, pon en tu radar de escritura las palabras sajonas/romances (o simplemente las palabras elegantes/planas). Empieza a notar cuándo usas una palabra romántica elegante cuando podrías usar una sajona sencilla.

Respuestas al cuestionario: preguntar/inquirir, comprar/comprar, ver/observar, comer/consumir, hablar/conversar.

Consigue el libro: Legal Writing Nerd: Be One.

H.W. Fowler, The King’s English 1 (1906).

William Strunk, Jr. y E.B. White, The Elements of Style 77 (4th ed. 2000).

Ward Farnsworth, Classical English Style (de próxima aparición)