Los adultos mayores tienen más resistencia a la ansiedad y la depresión relacionadas con la COVID-19
A pesar de la preocupación de que los adultos mayores se enfrenten a una crisis de salud mental derivada de la soledad y el aislamiento debido a las medidas de bloqueo durante la fase inicial de la pandemia de la COVID-19, varios estudios sugieren que los adultos mayores pueden ser más resistentes a la ansiedad, la depresión y el estrés que las poblaciones más jóvenes, escribieron los autores en un artículo de opinión publicado en JAMA1.
Tanto los estudios realizados en Estados Unidos como en otros países de altos ingresos han indicado que los adultos mayores eran menos propensos a experimentar resultados negativos de salud mental que los adultos más jóvenes. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), por ejemplo, descubrieron que en un grupo de 933 participantes de 65 años o más, el 6,2% informó de un trastorno de ansiedad, el 5,8% de un trastorno depresivo y el 9,2% de un trastorno relacionado con el trauma o el estrés (TSRD), mientras que en un grupo de 731 participantes de entre 18 y 24 años, el 49,1% informó de un trastorno de ansiedad, el 52,3% de un trastorno depresivo y el 46% de un TSRD2. Un estudio transversal realizado en España descubrió que los adultos de mayor edad (entre 60 y 80 años) experimentaban tasas más bajas de ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático (TEPT) que los adultos de entre 40 y 59 años3.
Los adultos mayores que viven en una comunidad pueden ser especialmente resistentes, posiblemente debido a factores internos, como la respuesta biológica al estrés y los rasgos de la personalidad, y a recursos externos, como el estatus social y la estabilidad financiera, dijeron los autores.
Sin embargo, estos estudios muestran experiencias al principio de la pandemia, y los efectos a largo plazo del COVID-19 pueden tener resultados diferentes. Según el informe de los CDC, los adultos mayores que pertenecen a grupos minoritarios subrepresentados, que tienen ingresos familiares más bajos o que son cuidadores no remunerados corren un mayor riesgo de experimentar resultados negativos en materia de salud mental, dijeron los autores. Las personas que se encuentran en determinadas circunstancias también pueden tener más dificultades con su salud mental, sobre todo porque muchos adultos mayores no disponen de los recursos materiales, sociales o cognitivos, como la tecnología, los amigos y la capacidad de hacer ejercicio, que pueden ayudarles a afrontar el estrés.
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Los autores recomendaron a los médicos y cuidadores resolver el problema con las personas y familias dadas para determinar cómo pueden obtener los recursos que necesitan, incluida la tecnología que puede facilitar las conexiones sociales y el acceso a los servicios de salud mental. Las terapias manualizadas, la actividad física, la conexión social, la compasión y «la participación en la espiritualidad, según proceda» también pueden ayudar a tratar el estrés crónico, la ansiedad y el duelo prolongado, señalaron.
«Entender los factores y mecanismos que impulsan esta resiliencia puede guiar los enfoques de intervención para otras personas mayores y para otros grupos cuya salud mental puede verse más gravemente afectada; por ejemplo, aumentar los componentes de la sabiduría como la regulación emocional, la empatía y la compasión. También sería útil considerar cómo se puede aprovechar la tecnología para este fin», dijeron los autores.
«Sin embargo, es fundamental reconocer que, a pesar de estos primeros hallazgos aparentemente positivos, se necesitará un seguimiento cuidadoso e investigación adicional para comprender los efectos psicológicos y de salud mental de la actual pandemia de COVID-19 entre la población de edad avanzada».
Divulgación: Los autores del artículo declararon honorarios por las publicaciones. Por favor, vea la referencia original para una lista completa de las revelaciones de los autores.
1. Vahia IV, Jeste DV y Reynolds CF III. Los adultos mayores y los efectos en la salud mental de COVID-19. JAMA. Publicado en línea el 20 de noviembre de 2020. doi:10.1001/jama.2020.21753
2. Czeisler MÉ, Lane RI, Petrosky E, et al. Salud mental, uso de sustancias e ideación suicida durante la pandemia de COVID-19. MMWR Morb Mortal Wkly Rep. 2020;69(32):1049-1057. doi:10.15585/mmwr. mm6932a1
3. González-Sanguino C, Ausín B, Castellanos MA, et al. Consecuencias para la salud mental durante la fase inicial de la pandemia de coronavirus de 2020 (COVID-19) en España. Brain Behav Immun. 2020;87: 172-176. doi:10.1016/j.bbi.2020.05.040