Los amish y el estudio de la Biblia, y un sorteo

Una pregunta que me hacen a menudo es si a los amish de la Vieja Orden se les permite tener estudios bíblicos privados o devocionales de grupo fuera de la iglesia. La comunidad Amish es bastante diversa a lo largo de los estados donde viven los Amish de la Vieja Orden, así que es posible que haya algunos distritos Amish que tengan obispos que no quieran que su rebaño tenga devocionales familiares o escolares, pero la mayoría de los líderes de la iglesia de los Amish de la Vieja Orden animan a sus escuelas y familias nucleares a empezar y, o terminar cada día con algún tipo de lectura diaria de las Escrituras.

La mayoría de los maestros de escuela leen algunos pasajes de la Biblia al comienzo de cada día de clase, y los líderes de la iglesia a menudo animan a los padres (*PA La palabra holandesa y la ortografía de papá es Daed, pronunciado dat) a leer algunos versos en voz alta a la familia en algún momento de cada día. La base de la cultura Amish, su única razón para evitar la cultura moderna en la medida de lo posible, es el propósito de mantener sus mentes y corazones enfocados en Dios, Su Palabra y Sus caminos.

Una persona de la Vieja Orden Amish me ha dicho que el problema puede surgir si un grupo de familias desea reunirse para estudiar un libro devocional específico que el obispo o los predicadores no han aprobado. Por mi experiencia personal con grupos pequeños o caseros, nuestras iglesias parecen funcionar de manera similar, es decir, lo que se va a estudiar tiene que ser aprobado por la iglesia. La mayoría de los líderes de la iglesia amish parecen sentir lo mismo que muchos de nuestros líderes de la iglesia hace cien años-que una persona no necesita ningún libro «escrito por el hombre»; sólo necesitan leer las Escrituras.

Basado en mi investigación, parece que la mayoría de los distritos amish no están de acuerdo con cualquier «estudio bíblico comunitario» que no incluya al menos un líder de la iglesia que esté allí-obispo, diácono o predicador. La razón de esto es similar a la razón por la que muchos credos sólo se reúnen para estudiar libros «aprobados por la iglesia» o enseñanzas de tipo devocional: para mantener el cuerpo en unidad con respecto a lo que se está enseñando.

Por lo general, trato de enmarcar mi investigación con mi vida personal y experiencias de negocios para ver si lo que estoy aprendiendo está en línea con lo que he experimentado o leído. En este caso, me di cuenta rápidamente de que antes de que la Iglesia Metodista Unida eligiera Plain Wisdom: An Invitation into an Amish Homes and the Heart of Two Women para que formara parte de su lista de lecturas de 2013 para su ministerio femenino, el libro tenía que pasar por unos pasos para ser aprobado. No estaba al tanto de que la iglesia estuviera considerando ese libro, pero sé que los pasos que se dan con respecto a cualquier libro que una iglesia aprueba es con el propósito de proteger a la iglesia-sus líderes y sus congregantes.

Si añadimos a ese entendimiento el hecho de que los obispos, diáconos y predicadores de la Vieja Orden Amish no son cargos remunerados y que tienen un trabajo a tiempo completo con el fin de mantener a sus grandes familias, podemos empezar a entender mejor por qué los líderes de la iglesia Amish pretenden evitar que grupos dentro de su rebaño tengan estudios bíblicos organizados. Pero los amish fomentan todo tipo de reuniones de confraternidad en las que las personas se sienten elevadas y amadas, y mientras en estas funciones, discuten las buenas semillas plantadas durante las reuniones regulares (cada dos domingos) de la iglesia. La mayoría de los distritos amish también fomentan los devocionales escolares y familiares, que comienzan y terminan cada día con algunos versículos bíblicos y una oración.

*Palabras del glosario tomadas de Eugene S. Stine, Pennsylvania German Dictionary (Birdsboro, PA: Pennsylvania German Society, 1996), y el uso confirmado por un instructor del idioma neerlandés de Pensilvania.

Abajo hay un extracto de Miriam Flaud, coautora de Plain Wisdom: An Invitation into an Amish Home and the Hearts of Two Women. En él comienza compartiendo un recuerdo de sus años escolares.

De Miriam Flaud-Amiga de la Antigua Orden Amish y coautora ~

En nuestra escuela de una sola habitación, empezábamos cada día con devociones y cantos. Nuestra maestra nos enseñó a disfrutar de los cantos, pero como niña de diez años nunca me hacía ilusión empezar a cantar. Así que cuando me tocaba dirigir el canto, siempre elegía la misma canción, una que estaba segura de poder dirigir sin perder el tiempo: «En el jardín». Si mi maestra se cansó de que eligiera esa canción semana tras semana, nunca lo demostró.

Treinta y cinco años después, con un marido y seis hijos propios, empiezo mis días de verano en el jardín. Mi huerto, que proporciona verduras frescas a mi familia, es también mi pequeña escapada.

Con el amanecer de un nuevo día, azada del jardín en la mano, me deslizo fuera para pasar un rato tranquilo entre el maíz, las patatas, los tomates y, por supuesto, las malas hierbas. Las malas hierbas mantienen la privacidad de la zona, porque los niños han aprendido que una interrupción podría suponerles un trabajo no deseado. Así que aquí es donde medito.

Una mañana en particular, con el corazón apesadumbrado por un determinado asunto en mi vida, derramé mi corazón hacia Dios, rogándole que me liberara. Sentí su presencia, acompañada de una paz tranquilizadora. Con esa paz llegó el recuerdo de una canción, mi canción especial de hace mucho tiempo. Mientras cantaba, las palabras tenían un nuevo significado que tocó mi corazón y trajo lágrimas a mis ojos.

En el jardín

Vengo al jardín solo,

Mientras el rocío está todavía en las rosas.

Y la voz que oigo, cayendo en mi oído,

El Hijo de Dios revela.

Él habla, y el sonido de su voz

Es tan dulce que los pájaros callan su canto.

Y la melodía que Él me dio,

Dentro de mi corazón está sonando.

Me quedaría en el jardín con Él

Aunque la noche a mi alrededor esté cayendo.

Pero Él me pide que vaya a través de la voz del dolor.

Su voz me está llamando.

Coro:

Y Él camina conmigo. Y Él habla conmigo.

Y me dice que soy suya.

Y la alegría que compartimos cuando nos quedamos allí

No la ha conocido ningún otro.

Amo mi jardín porque no es sólo un lugar donde crecen verduras. Es donde Dios se encuentra conmigo a nivel personal e individual.

Si le invitas, Dios te visitará en cualquier lugar. No necesitas un jardín o incluso un patio. Cualquier lugar servirá, incluso el baño si es el único espacio privado que tienes. Enciende una vela y habla con Dios. Él es increíble.

¡Sorteo!