Los animales son mejores que los humanos a la hora de expresar su gratitud
Recientemente, las redes sociales se indignaron después de que se hiciera viral un vídeo que mostraba a un hombre lanzando a un perro desde la azotea. El perro, aunque gravemente herido, sobrevivió. Aunque no soy amante de las mascotas, no pude contener mi ira ante la insensibilidad del hombre por este acto cruel.
Estoy seguro de que hay muchos como yo que no tienen una mascota en casa, pero son conscientes de las ventajas de tener una, especialmente un perro. Con su carácter juguetón, su lealtad y su sinceridad hacia sus amos, los perros ayudan a difundir la alegría en un hogar. Estas cualidades pueden ayudar a una persona a recuperarse de una lesión o una enfermedad. Además, los animales domésticos son buenos compañeros.
El autor y humorista estadounidense Mark Twain hizo una vez este cáustico comentario: «Si coges a un perro hambriento y lo haces prosperar, no te morderá». Esta es la principal diferencia entre un perro y un hombre». Ciertamente, seguimos encontrando historias sobre la fidelidad de los animales domésticos.
La leyenda cuenta que los Pandavas, al emprender su viaje final, iban acompañados de un perro y que Yudhishthira se negó a entrar en el Cielo sin su fiel perro, que se transformó en el dios del dharma y bendijo a Yudhishthira por su abnegación. Las palabras del famoso veterinario y escritor británico James Herriot, que invitan a la reflexión, deberían inspirarnos a cuidar de los animales: «Si tener un alma significa ser capaz de sentir amor, lealtad y gratitud, entonces los animales están mejor que muchos seres humanos».
(La voz interior comprende las contribuciones de nuestros lectores. Las opiniones expresadas son personales.)