Los dones espirituales de un empático
Los empáticos poseen dones espirituales
Las personas que son empáticas poseen dones espirituales únicos. Los empáticos son personas supersensibles que sienten y responden a las energías que les rodean. En Journey of an Empath, un nuevo libro disponible en Amazon, empáticos de todo el mundo comparten sus historias. Revelan sus retos y alegrías, cómo utilizan sus dones para ayudar a los demás y cuidarse a sí mismos como personas sensibles.
Los empáticos sienten la energía
Ser un empático es más que ser empático o sentir la alegría o el dolor de otro. Los empáticos tienen sistemas nerviosos supersensibles. En su libro, The Empath’s Survival Guide, la doctora Judith Orloff lo explica de esta manera: «Percibimos la energía sutil, que se denomina shakti o prana en las tradiciones curativas orientales, y absorbemos esta energía en nuestro propio cuerpo».
Todo es energía. Los empáticos pueden absorber las emociones o las sensaciones físicas de otras personas. Podemos tener experiencias profundamente intuitivas, psíquicas o espirituales. Podemos asumir los estados de ánimo de los demás, sentirnos repentinamente deprimidos sin razón aparente o sentirnos excesivamente energizados por el entusiasmo de alguien. Muchos factores pueden contribuir a que una persona sea empática: la genética, la crianza y los patrones familiares disfuncionales pueden afectar al nivel de sensibilidad de una persona. Es posible que las almas de aquellos que son tan sensibles hayan elegido este camino para aprender a valorar sus dones, así como para ayudar a los demás,
Los empáticos responden de forma diferente al estrés. Nuestra tolerancia a la sobrecarga sensorial es menor que la de otras personas. Los empáticos pueden experimentar diferentes tipos de energías. Algunos están más en sintonía con las sensaciones físicas, mientras que otros captan las emociones de otras personas, las energías del mundo natural o los espíritus de los difuntos. Otros pueden ser telepáticos, tener premoniciones sobre acontecimientos futuros o acceder intuitivamente a información a través de los sueños.
A los empáticos les encanta ayudar a los demás
Los empáticos tienen un talento único para percibir las energías que les rodean. Aunque ser un empático puede ser un reto porque absorbemos la energía con facilidad, también puede ser profundamente gratificante. Podemos experimentar la alegría de una mayor intimidad física y emocional, sentir la unidad de todo, sintonizar con la naturaleza, el espíritu y Dios, y preocuparnos profundamente por los demás.
Los empáticos son de corazón abierto y les encanta ayudar. Nos sentimos atraídos por las ocupaciones que tienen significado para nosotros porque queremos marcar la diferencia. Rescatamos animales, servimos en refugios para personas sin hogar, compartimos nuestra comida, damos apoyo emocional, ayudamos a las víctimas de desastres, consolamos a los amigos y nos movilizamos por la justicia social, ¡El mundo nos necesita! A menudo somos incomprendidos por nuestras capacidades y a veces no nos comprendemos a nosotros mismos. A medida que aprendemos a aceptar y valorar los dones que tenemos, podemos servir a los demás y al mundo de una forma mayor.
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