Manejo anestésico de una paciente obstétrica supermórbida con un índice de masa corporal de 109 kg/m2 que se presenta para su cuarto parto por cesárea

Cureus. 2020 Nov 30;12(11):e11803. doi: 10.7759/cureus.11803.

ABSTRACT

Las pacientes obstétricas con obesidad mórbida sometidas a anestesia presentan muchos desafíos únicos. Las cesáreas previas (CS) complican aún más su manejo. Presentamos el manejo anestésico exitoso de una paciente obstétrica supermórbida con un índice de masa corporal (IMC) de 109 kg/m2 que se sometió a su cuarta cesárea. Según nuestra revisión, esta paciente tiene el mayor IMC registrado en la literatura de anestesia obstétrica. Una mujer de 27 años, G4P3003, se presentó para una cuarta cesárea repetida a las 38 semanas de gestación. Tenía apnea obstructiva del sueño, hipertensión, fibrilación auricular y diabetes tipo 2. Su primera cesárea fue emergente bajo anestesia general (AG), y las otras dos se realizaron bajo anestesia neuraxial, y la más reciente se complicó con una parada cardíaca intraoperatoria que requirió reanimación cardiopulmonar. La preparación preoperatoria incluyó la preparación, planificación y estratificación del riesgo de forma multidisciplinar. Aunque la anestesia neuraxial es preferible a la AG para la CS, ella rechazó la anestesia neuraxial debido a su experiencia traumática previa y a la posibilidad de que le causara una parada cardiaca anterior. Además, su incapacidad para posicionarse para un bloqueo o para tumbarse, los escasos puntos de referencia anatómicos, la duración desconocida de la cirugía, el plan de incisión periumbilical, el estado incierto de la placenta y el riesgo de hemorragia masiva nos convencieron de considerar la AG. Sorprendentemente, su examen de las vías respiratorias fue tranquilizador. Se obtuvieron dos líneas intravenosas periféricas de 18G y una línea arterial antes de la inducción. Con un posicionamiento óptimo de la paciente y preoxigenación, se realizó una inducción de secuencia rápida modificada con ventilación por máscara e intubación endotraqueal con laringoscopia directa. El bebé nació sano y sin complicaciones intraoperatorias significativas. La estrategia de protección pulmonar intraoperatoria con maniobras de reclutamiento, la analgesia multimodal y la presión positiva continua postoperatoria en las vías respiratorias contribuyeron al éxito de la extubación. En el postoperatorio, se empleó un baño pulmonar, movilización temprana, fisioterapia y profilaxis de tromboembolismo venoso. Su evolución postoperatoria se complicó con una preeclampsia grave y una embolia pulmonar, que se trataron con éxito en la unidad de cuidados intensivos. Fue dada de alta inicialmente para rehabilitación ambulatoria y luego para su casa. Este caso pone de manifiesto la complejidad y la importancia de un enfoque individualizado en el tratamiento de las pacientes obstétricas con obesidad mórbida.

PMID:33409048 | PMC:PMC7779169 | DOI:10.7759/cureus.11803