¡Mi mascota orina sangre!
Hay muchas razones por las que la orina de su mascota puede contener sangre, un síntoma conocido como hematuria. Algunas causas comunes son las infecciones del tracto urinario, los cálculos de la vejiga o del riñón, el cáncer y los trastornos hemorrágicos sistémicos. En los gatos, la enfermedad felina del tracto urinario inferior o la cistitis intersticial felina -inflamación de la vejiga que provoca síntomas de enfermedad del tracto urinario inferior- también puede provocar hematuria.
La orina con sangre justifica una visita al veterinario
Si observa sangre en la orina de su mascota, es necesario acudir al veterinario. Su veterinario querrá saber con qué frecuencia orina su mascota. ¿Es más o menos de lo habitual? ¿Se esfuerza su mascota al intentar orinar? ¿Qué volumen de orina produce, grandes cantidades o sólo pequeñas gotas aquí y allá? ¿Ve gotas de sangre al principio o al final de la micción, o la orina es sanguinolenta en todo momento? ¿Existe la posibilidad de que su mascota haya caído en un cebo para ratas? ¿Ha habido algún cambio en el consumo de agua o en el apetito de su mascota, y qué comida está comiendo su mascota? Si tiene un gato macho que intenta orinar y no produce orina, se trata de una situación de emergencia y merece atención veterinaria inmediata porque podría tener «obstrucción de la uretra». En el caso de los perros, su veterinario también querrá saber si su mascota ha sido esterilizada. Una perra no esterilizada puede parecer que tiene sangre en la orina porque está en celo. Los perros machos no castrados pueden desarrollar hiperplasia prostática benigna, un agrandamiento de la próstata, mientras que los perros machos castrados tienen un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de próstata, y ambos pueden contribuir a los problemas urinarios.
Herramientas de diagnóstico
Su veterinario realizará un examen físico completo y, a continuación, recogerá la orina para realizar un análisis de orina por medios físicos, químicos y microscópicos para comprobar la presencia de enfermedades, medicamentos, etc. Procure que su mascota no orine durante varias horas o de camino a la clínica. Se puede obtener mucha información de unas pocas gotas de orina. Los veterinarios pueden detectar infecciones bacterianas, enfermedades renales o hepáticas, diabetes, cáncer y otras. Su veterinario puede recoger la orina mediante una cistocentesis guiada por ecografía, un procedimiento veterinario en el que se introduce una aguja en la vejiga urinaria a través de la pared abdominal del animal y se extrae una muestra de orina. Esto significa que el veterinario utilizará una ecografía para visualizar la vejiga y, a continuación, utilizará una pequeña aguja para recoger algo de orina. La cistocentesis no es dolorosa, y los perros y gatos la toleran bien. Mientras que el uso de la ecografía, su veterinario también puede determinar si hay piedras o masas en la vejiga.
Tratamiento
Una vez que la causa de la hematuria se determina, su veterinario puede comenzar el tratamiento adecuado. Las infecciones del tracto urinario se tratan con antibióticos y a veces con un cambio de dieta. Dependiendo del tipo de cálculos presentes, su veterinario puede recomendar una cirugía para eliminarlos o una dieta especial recetada para disolverlos. Es posible que su veterinario tenga que realizar más diagnósticos para evaluar la presencia de enfermedades renales, hepáticas o inmunomediadas -una afección que se produce cuando el sistema inmunitario ataca de forma anormal al sistema nervioso central, lo que provoca graves complicaciones de salud- o para comprobar si hay diabetes. Las mascotas que tienen infecciones del tracto urinario frecuentes o recurrentes también necesitarán más diagnósticos para comprobar si hay problemas subyacentes, como la enfermedad de Cushing, diabetes, tumores o cálculos en los riñones, problemas congénitos o, en los perros macho, abscesos prostáticosacumulación focal de pus dentro de la glándula prostática, quistes o cáncer. Estas pruebas diagnósticas pueden incluir análisis de sangre, cultivos de orina, estudios radiográficos, ecografía abdominal completa y mucho más.
La hematuria en su mascota puede ser un problema grave y doloroso, así que busque atención veterinaria cuando la note en su gato o perro. Afortunadamente, la mayoría de los casos también pueden resolverse con bastante rapidez. Si el problema no se resuelve o si se repite, hay más opciones de diagnóstico y tratamiento disponibles para ayudarle a que su mascota se sienta mejor.